Corría febrero de 2008, nosotros almorzábamos con un amigo en el Mercado del Puerto cuando sonó el teléfono celular. La voz de Alejandro Butler, asesor de prensa de Pluna nos dijo: "¿podés viajar el 10 de marzo a Montreal?, Pluna te invita a ir a buscar el primer Bombardier".
El relato de la ida
El 15 de marzo, ya de regreso, escribíamos en el Portal del Uruguay: "Partimos el lunes 10, en American Airlines junto al CEO de PLUNA S.A., Matías Campiani; el Presidente de PLUNA Ente, Carlos Bouzas y la colega Laura Meléndez.
Nuestra ruta fue a través de Buenos Aires y Chicago, para llegar en la mañana del martes a Montreal y alojarnos en pleno centro, en el Delta Montreal.
Por otras vías, el mismo día partieron Jorge Vidiella y Laura Lenoble, los dos funcionarios ganadores del sorteo, organizado por la empresa entre todos los funcionarios que quisieron participar y también, Mabel Domínguez, Jefa de Cabina y Alejandro Spera, Auxiliar de Cabina, quienes vendrían a cargo del servicio en el CRJ900 al regreso.
Desde algunos días antes, estaban en Montreal los Comandantes Oscar Fernández y Eduardo Iglesias; el Gerente de Mantenimiento Ing. Aer. Heitor R. Azevedo y el Ing. Electrónico Martín Ruiz (mecánico a cargo de la operación).
El regreso
Dos días más tarde, el 17 de marzo, decíamos también en el PDU: "A las 9 de la mañana del jueves 13, con una temperatura exterior de 18 grados bajo cero, el flamante jet regional, decolaba pilotado por el Comandante Oscar Fernández cumpliendo la primera etapa del vuelo a Montevideo, para pernoctar en Manaos, Brasil, previa escala técnica en la caribeña isla de Turks & Caicos.
La delegación que viajó especialmente para la histórica ocasión, había festejado la noche anterior, durante la cena en una churrasquería de Manaos, el cumpleaños del otro comandante de PLUNA en servicio: Eduardo Iglesias.
Obtenida la autorización correspondiente, el jet decoló y tal su característica, comenzó a trepar vertiginosamente a un promedio de casi cinco mil pies por minuto.
En la cabina, los comentarios se referían a que en pocas horas,el avión nuevo y sus ocupantes, estarían arribando a la capital uruguaya, ante la expectativa de un numeroso núcleo de funcionarios de la empresa, según se había informado.
De pronto, se interrumpe ostensiblemente el ascenso y varía totalmente la posición del avión. Alejandro Spera, auxiliar de cabina, sentado en el sector de cola, observaba al resto del grupo desde una posición elevada, poco entendible.
El CRJ900 se movía de una manera preocupante y el desconcierto invadió al pasaje. Matías Campiani sentado en la primera fila miraba hacia atrás con una sonrisa preocupada buscando una explicación.
En pocos segundos, la máquina retoma la posición de ascenso y todo vuelve a la normalidad".
¡Traffic!!
¿Qué había pasado?...lo explicaba más tarde Oscar "Lalo" Fernández, el Comandante a cargo en el despegue: "Venía subiendo normal -este avión es un cohete- y de pronto aparece el aviso ¡traffic!! y me piden que mantenga el nivel a dos mil pies y fue lo que hice. El otro avión pasó por arriba, tuvimos margen suficiente para maniobrar, estábamos a 50 segundos de distancia...".
Más tarde, ya recompuestos, entrevistamos a Campiani, volando a 41 mil pies; nadie podrá negar que fue una charla de gran altura.
Asi es la vida amigos, luego del susto, el CX-CRA, o como le llaman en la interna "el Alfa", completó sus primeras 6 mil horas de vuelo y entró al Centro de Mantenimiento especializado en Bombardier que posee Pluna en Uruguay.
El primero de la nueva flota, el primero en completar el "Check C", el primero de la nueva Pluna, la de la era Bombardier.
Sergio Antonio Herrera - Portal de América
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