Nunca como en el presente, los peajes de las parcelas de poder cuestan tan caros.
Para que el FA ganase las dos últimas elecciones, tuvieron que votarlo los que viven en zonas residenciales, los que tienen buenos autos,los que viajan al exterior en vacaciones o veranean en la costa.
Pero como pasa siempre, los compromisos generados, hicieron que como sucedía "antes", los otros votos, los del riñón, implicaban tácitos nombramientos en la administración pública y ello, además de en número, han sido groseramente exagerados cualitativamente y vemos por ejemplo, auxiliares de servicio dirigiendo hospitales y centros de salud, verdugueando a los médicos.
Las oficinas públicas han vuelto a ser paquidermos burocráticos, el costo del Estado es cada día mayor y los gremios son gobierno paralelo.
Entonces, todos quienes votaron el cambio por conciencia social, porque no querían seguir siendo cómplices por omisión, de corruptelas, injusticia social y demás, ahora, reciben de los destinatarios de sus votos, todo el resentimiento acumulado de antes.
Los que prestaron el voto, los mismos que han sentido el desprecio de no "ser del palo", comenzaron a evaluar la actitud que tomarán en 2014. Es poco probable que renueven el crédito.
Si en Uruguay, entre públicos y privados, hay un sector que tiene mejores salarios, mejores leyes sociales y mayores seguridades en el empleo, es precisamente el que convoca al paro de hoy.
El Uruguay Productivo que pregonó la izquierda, no goza de buena salud. Estaríamos omisos también, si lo callásemos.
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