Balance del turismo uruguayo cuando finaliza el peor año de su historia
Martes, 22 Diciembre 2020 22:59

Balance del turismo uruguayo cuando finaliza el peor año de su historia

Quienes tenemos unos cuantos años vividos y además, fuimos actores de reparto durante algunos años y posteriormente protagonistas notorios en las últimas décadas del siglo pasado, de cara a este balance al culminar un año totalmente atípico, inesperado, afectando con una letalidad insospechada al turismo como negocio a escala mundial, tenemos no solamente el derecho, sino la obligación de aportar nuestra mirada a lo acontecido este año en toda la actividad, en sus dos sectores, estatal y privado. No debe escapar a la consideración de nadie que ante una situación tan grave como la que se transita, hay varios aspectos a analizar. Desde lo público, por ejemplo el respaldo, la contención y la gestión. En el otro lado, mirando al sector empresarial, la evaluación pasa por la interpretación y diagnóstico correcto del contexto, el poder de negociación y también, la gestión.

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El gobierno

Muy pocas veces un gobierno nacional le ha dado al turismo la atención, el diálogo permanente, la política de puertas abiertas y la permanente referencia en los medios masivos de su comprensión ante la crisis.

A nuestro entender y en general, la respuesta puntual ante la gravedad de casos de todos los sectores de la actividad ha sido suficiente. No ha sido ni extraordinaria ni superlativa, somos un país con muchas limitaciones y resultaría imposible "hacerse cargo" de todo.

Es evidente que no todos recibieron lo que esperaban, pero estamos convencidos que en ninguno de los casos ello se produjo por indiferencia o animosidad de ninguna índole del lado oficial. Es posible que haya medidas erradas, que existan sectores que no han visto atendidas sus necesidades, en definitiva, no estamos diciendo que el gobierno estuvo 10 puntos, y si hablásemos en "uruguayo", diríamos que se hizo lo que estuvo al alcance.

Por lo tanto, dejando abierta la puerta a alguna mirada más severa que la nuestra, podemos decir que respaldo y contención gubernamental a la actividad privada, no ha faltado.

El punto más débil estuvo en la gestión específica del equipo ministerial.

Los equipos de gobierno cuando son eso, equipos, dividen el esfuerzo, reparten la búsqueda de cumplir los objetivos entre sus integrantes pero, "para afuera", la imagen debe debe ser homogénea, sólida, compacta, la de un equipo que funciona.  Eso no se cumplió, se trasmitió un aspecto de núcleo con compartimientos estanco, los cuales funcionaban por sí y ante sí y no mostraban fluida interconexión interna.

Se llegó al 2 de marzo, día del inicio de la administración sin un plan, sin estrategia y a los 11 días se declaró la emergencia sanitaria, lo que sepultó toda posibilidad de estructurarlo, ya que por la sencilla razón del artillero, había que hacer de bomberos y allá fueron, a combatir las llamas, lo cual consiguieron en muy buena parte.

Algo que nos costó mucho entender -aún no lo conseguimos-, fue la insólita "tácita desaparición" de muy buena parte del equipo jerárquico -en medio de la crisis-, dedicados -créase o no-, a la campaña electoral por las elecciones departamentales del 27 de setiembre...

Tenemos muy claro que los intregrantes del organismo saben a cierta cierta que la actividad depositó muchas esperanzas en esta gestión y casi todos, esperábamos el tan anunciado giro de 180 grados respecto a los objetivos de la administración anterior, la que había dejado en estado de semipostración a nuestro turismo, aunque casi nadie se "haya dado cuenta".

Tuvimos en síntesis, más de lo mismo hasta ahora, con diferente color. Declaraciones de intención permanente, anuncios rimbombantes, presencia hasta tediosa de alguno de sus integrantes en los medios masivos, especialmente los argentinos, pero no hubo estrategia, no hubo planes, se habló hasta el hartazgo en todos lados del turismo interno pero no se vio un solo plan compacto, concreto, por ejemplo, para movilizar a un mercado dormido como el de los ciudadanos de a pie para "salvarle la petisa" a los hoteles de dos y tres estrellas de todo el país, al transporte turístico, a los guías, a los restaurantes de precios accesibles, etcétera.

El momento que vivimos no se arregla con viajes de familiarización para periodistas y agentes de viajes (¿no conocen Uruguay?, ¿que hacen trabajando "de eso"?.

La pandemia ha sido un enemigo atroz y muy difícil de enfrentar para cualquiera. Pero la sensación que se palpa en el ambiente (aunque otra vez y como pasa siempre, no se anima nadie a expresarla en voz alta), es hasta el momento, de decepción.

La dirigencia del turismo

Lo destacamos oportunamente, la interpretación de la gravedad de la crisis y la postura ante la misma, fue de una gran civilidad, altruismo y sensibilidad al decidir ir contra sus propios intereses (léase bolsillos) en aras del bien común. Cuando su objetivo principal es hacer viajar a la gente, no dudaron en enarbolar el "quedate en casa" y hasta campaña hicieron.

La negociación con el gobierno fue a tono, inteligente, firme, constante.

Seguramente en ese tema,  para el público pasó inadvertido el hecho de la controversia interna a nivel gremial y hasta en ello, primó la cordura por encima del avasallamiento de los poderosos de siempre. A tal punto llegó la trascendencia de que David le ganase la pulseada a Goliat que hasta se vio reflejado en las recientes elecciones, a pesar de las características positivas que destacan al gran candidato de quienes resultaron relegados.

La gran falla fue la gestión de la crisis. Los resultados están a la vista, la gran mayoría de los proveedores del turismo uruguayo están en la peor situación de toda la actividad. Los mencionados al tratar la parte del gobierno, reclamando por la omisión de planes para los "ciudadanos de a pie", hoteles, transportistas, guías, restaurantes. No había que esperar todo del gobierno ni de la divina providencia. Aún con la gravedad de la pandemia coyuntural, si hubiese habido esta previsión, al menos parte de esos proveedores estarían trabajando y no como ahora, la mitad de los hoteles del principal punto de destino como es Punta del Este, cerrados, los transportistas sin saber que hacer no sólo para mantener abiertas sus empresitas, sino para comer y así todos los otros sectores.

El 30 de noviembre, en el Radisson Montevideo, el Presidente Lacalle Pou hablándole al turismo dijo "...hay un sector del cual todo el mundo habla, pero hay poca gente especialista como es el turismo"...

No solamente un Primer Mandatario uruguayo le habló por primera vez al sector sino que muy simplemente dijo desde su sitial, la gran verdad que no se ha querido escuchar nunca, el Turismo es la industria desconocida, aún para quienes deben conducirlo.

Nunca como ahora fue tan imperioso hacer como los indios...no, nooo, eso no, hay que llamar al Consejo de ancianos, a esos mismos que quienes en el mundo entero debían manejar el turismo Y LO CHOCARON, descartaron por viejos...

Portal de América

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