Parece muy fácil al parecer "sanatear" sobre turismo.
Cuando una autoridad nacional, departamental o municipal opina, informa, aventura o especula acerca de la actividad, encarando cualquier tema que tenga que ver con ella, generalmente pasa a ser una especia de "palabra santa".
Nadie rebate, nadie repregunta, nadie cuestiona.
Generalmente, muy pocos entienden a esta industria desconocida.
Hay quienes la entienden y no les conviene rebatir, repreguntar ni cuestionar.
Hace pocos días, en un programa periodístico de la televisión uruguaya, un "nieto e hijo de inmigrantes", tan militante que bien podría ser el Brancatelli uruguayo, en el paroxismo de la alcahuetería, dialogando con uno de los jerarcas del turismo le tiró un centro tan vergonzoso, que, la respuesta sorprendida del propio funcionario lo dejó "bien pegado":
Funcionario - La temporada no será como la del año pasado pero tampoco es la de 2002 (palabras más, palabras menos).
Nieto e hijo de inmigrantes - Además, comparado con los países de la región, en materia de seguridad Uruguay aún lleva ventaja (palabras más, palabras menos).
Funcionario - Lo dice usted, no lo digo yo...(Textual).
Lo que va a ocurrir con la presente temporada, es decir que va a arrojar números deficitarios, que va a ahondar la muy difícil coyuntura del sector, NO DEBERÁ SER ADJUDICADO COMO CULPA DE LAS ACTUALES AUTORIDADES DEL MINISTERIO DE TURISMO, como así tampoco de las diferentes corporaciones gremiales empresariales actuales.
TODOS, hicieron lo que humanamente estuvo a su alcance ante la hecatombe macroeconómica de Argentina.
La CULPA, deberemos repartirla entre todos quienes actuamos en turismo desde siempre sin distinciones. Públicos y privados.
Desde que el turismo comenzó a ser "negocio", a mediados del siglo pasado, han transcurrido casi siete décadas y no hemos podido construir una estrategia, un plan nacional de turismo, un calendario de eventos, la zonificación de nuestros principales destinos, la capacitación necesaria para los actores (no solamente hay que capacitar mano de obra, hay que generar, mandos medios, ejecutivos y fundamentalmente funcionarios de elite para los niveles de gobierno y nunca lo hemos entendido).
Los legisladores. ministros, intendentes, alcaldes y demás funcionarios, deben entender de turismo al igual que de agronegocios o de economía y no entienden nada.
Por eso, cuando "se muestra" la preocupación y se reúnen a discutir el tema ´precios en plena temporada, se está jugando para la tribuna y se está engañando a la opinión pública.
Por eso, cuando se quiere "vender" la certificación de Punta del Este y lo que fue certificado, fue un Bureau atado con alambre, se está engañando a la opinión pública.
Por eso, cuando se muestra una foto de una playa de Rocha atestada, a causa de un evento y se quiere demostrar que la temporada es exitosa a pesar de "los agoreros", se está engañando a la opinión pública.
Por eso, cuando se dice que tenemos 4 millones de turistas, que el turismo genera 110 mil puestos de trabajo y que es una actividad transversal que vende más que la carne, la soja y el arroz, se está engañando a la opinión pública.
Por eso, el turismo, la política, la economía y los dinosaurios vivos de esta actividad, en algún momento deberemos sentarnos a una gran mesa redonda para reconocer nuestras culpas de la forma que nos salga, pero fundamentalmente, para de aquí en más, PENSAR EL TURISMO, como lo dijo hace años Perucho Argul.
Feliz 2019.
Portal de América





