Quedamos con una sensación muy compleja luego de producir Portal de América TV de esta semana. Encaramos como ustedes saben el turismo y la aviación comercial con la óptica nuestra, que no es ni mejor ni peor que otras, es simplemente nuestra óptica, siempre con la intención de sumar, aunque muchos entiendan (o quieran entender) lo contrario. Y para sumar hay que informar, criticar, hacer ver las fallas, opinar, sugerir, hay que jugarse.
Es lo que nosotros hacemos, y como se dice en estas tierras, con chauchas y palitos. Ustedes vean que todavía el auspicio de este programa es del canal.....
Hicimos unos cuantos kilómetros, invertimos unas cuantas horas, dormimos muchísimas menos, todo el equipo de Portal de América. No somos un montón, somos muy pocos y no podemos ser más por ahora. Las condicionantes de este país lamentablemente no permiten los grandes equipos, por lo que hay que apelar a todos los recursos.
Este reflexión final no es ni una queja, ni un S.O.S. Es simplemente una reflexión, es seguir plantándonos de cara a lo que está aconteciendo en el turismo y la aviación comercial en el Uruguay.
En el turismo, actividad en la que se miente mucho, y no solo del lado oficial, sino también del lado privado, se infla el globo tanto hasta que explota. Porque las burbujas en estos tiempos siempre terminan explotando.
Y la aviación comercial, es el negocio del silencio, nosotros le pusimos este nombre a la actividad porque cada vez más es el negocio del silencio. Todo es secreto, nadie se la juega.
Hace pocos días, como ustedes saben, estuvimos en el Foro de Líderes de ALTA, y allí, uno llega a pensar que la aviación comercial en América Latina es una cosa. Pero cuando se ve la realidad de lo que pasa por ejemplo con el Grupo Latam, y con la novedad que la aerolínea Azul Uruguay no arranca, uno se da cuenta que la realidad es otra.
¿Hacia dónde vamos? ¿Qué es lo que estamos haciendo con la aviación comercial? ¿La estamos nivelando para abajo? Cada vez que hay despidos, y cada vez que hay medidas, escuchamos a los delegados sindicales de las distintas aerolíneas, no sólo del Uruguay sino de todo el mundo, advertir acerca del deterioro de la seguridad. Invariablemente cada vez que se habla del deterioro de la seguridad cuando se toman medidas que afectan a los recursos humanos, nosotros hemos salido a poner la cara y decir que la seguridad no ha sido afectada, por ejemplo con la desafectación de los despachadores de vuelo. Hemos dicho que no se afecta cuando se da paso a la tecnología en lugar de la hora-hombre.
Lo que no podemos seguir sosteniendo, es que si sigue esta política global de apostar únicamente a la tecnología, dejar cada vez no solamente menos espacio para el trabajo del hombre, sino que las horas-hombre que se dejan funcionando están cada vez peor pagadas. Y la aviación, que era una actividad con glamour, con muchos beneficios, con algo elemental en el transporte aéreo que era que sus trabajadores estuvieran habituados a viajar, porque es parte del conocimiento que deben tener para cumplir con sus funciones. Cada vez se les coarta más a los recursos humanos esa posibilidad, y se terceriza en condiciones que desde ya lo advertimos, distan mucho de ser no solamente dignas, no sé hasta qué `punto pueden estar de acuerdo con las leyes vigentes. No puede alguien trabajar en la aeronáutica ganando un salario mínimo. Se exigen idiomas, cultura, presencia. Las mujeres no pueden ir a trabajar sin maquillarse, no puede ir nadie sin estar bien vestido.
Pongamos las barbas en remojo. Pensemos lo que estamos haciendo. Y con relación al turismo, para cerrar, sigamos tratando de volver a la sinceridad, si es que alguna vez la tuvimos. Dejemos de inflar los globos, dejemos de fantasear, volvamos a la realidad, hagamos de esto una industria seria, no sigamos por donde vamos, pues vamos mal.
Portal de América