Por lo que se dice, es muy difícil que este año, al igual que en los inmediatamente anteriores, haya un buen período de reveillon y la sencilla explicación es que una vez más no vendrán los brasileños que deben venir y no tienen suplentes, al menos en la hotelería ya que los que vienen a pasar las fiestas desde Argentina son los propietarios mayoritariamente.
Otro dato de la realidad es que seguramente, van a venir los argentinos de alto nivel económico y la gran interrogante es que va a pasar con el amplísimo segmento de la clase media del país vecino.
Todos sabemos que de un tiempo a esta parte la temporada se ha achicado, que el período fuerte va desde después del 15 de diciembre hasta después de Reyes y que a partir del 10 de enero empieza febrero.
Algo que debemos tener en cuenta todos es que el turismo que mueve la aguja de las divisas es el que viene del exterior (parece de Perogrullo pero casi todos lo olvidan) y ese turismo en verano viene mayoritariamente a Punta del Este y luego se reparte en muy menores cantidades entre Montevideo, Canelones, Rocha, y Colonia.
Precisamente Rocha y el área de Piriápolis tiene su mercado principal entre los uruguayos, mayoritariamente de la capital.
Es de esperar que nadie aproveche el buen flujo de argentinos que vendrán, para golpearse el pecho diciendo que la temporada es exitosa. Porque si lo es, el mayor mérito es del cambio de gobierno en Argentina, de la liberación del cepo y del fin de la persecuta kirchnerista a quienes osaban veranear en Uruguay. Y no es menos decisivo el nivel de precios que hay en el vecino país.
Es de esperar que cuando empiecen a anunciar que la "hotelería de Punta del Este está colmada en más del 90%, recordemos que ese porcentaje corresponde a un universo de aproximadamente el 7% de la oferta de camas del principal balneario, y que habrá que ver que está pasando con el 93% restante de la oferta, segmento sobre el cual nadie podrá dar datos precisos porque no existen herramientas que lo midan.
Es de esperar que cuando se anuncie que Piriápolis y los balnearios rochenses estén con excelente ocupación, recordemos que por suerte esas zonas trabajarán bien, habrá crecimiento del empleo y todo eso pero, muy escaso ingreso de divisas ya que los porcentajes de extranjeros que allí irán serán minimos, como pasa siempre, cada año. O sea, habrá mayor gasto en esos lugares y menos, en los sitios de residencia de esos turistas, en definitiva, se traslada el gasto geográficamente, punto.
Es de esperar que no haya paros de guardavidas ni de controladores aéreos; que los taxistas entiendan que en ese período de super alta hay trabajo para ellos y para Uber y alguno más y que no deben apalear a ninguno de la competencia. Sería buena cosa que a los muchachos del PIT CNT no se les dé por bloquear el ingreso a los supermercados y algo muy importante: ojalá que cuando se dé el gran asalto de todo inicio de temporada en Punta del Este, que no haya heridos y que no ocupe los principales titulares de los diarios y de los informativos de la TV. ¿Adónde será este año?, ¿en Punta Ballena? ¿La Barra?, ¿Manantiales?, ¿José Ignacio?.
Ya sabemos que los inmobiliarios se quejarán del mercado negro que arman los porteros de edificios y que aún no se legisló como ellos desean.
Por último, es de esperar que nadie proteste por los precios de la comida, de los refrescos, del café ni de nada y no lo decimos como una expresión de deseos para que nadie ponga precios abusivos, no. Lo expresamos porque se trata de la alta temporada y sobretodo en Punta del este va a haber precios caros y como siempre, va a haber también quienes los paguen, muchos más de los que lo hacen en baja temporada.
Bueno, feliz Reveillon, feliz Navidad, feliz Año Nuevo, felices Reyes, feliz Carnaval y que todos puedan recuperar las pérdidas de la baja y ganar mucho dinero, que de eso se trata este negocio.
Portal de América