Ernesto Murro, Ministro de Trabajo y Seguridad Social dijo “Sigo sin entender por qué Piriápolis tiene turismo todo el año y Punta del Este no”, definición que rápidamente fue reproducida en algunas páginas del exterior.

Lo primero que hay que decir es que no es cierto que "Piriápolis tenga turismo todo el año y Punta del Este no" y a la vez precisar algo que para hablar del tema el secretario de Estado debería haber tenido en cuenta específicamente: son destinos que apuntan y de hecho reciben flujos de mercados bien diferenciados. Mientras en los hechos, la tierra de Francisco Piria apuesta prioritariamente a captar clientes dentro de fronteras, Punta del este basa su estrategia en la captación de visitantes extranjeros, principalmente argentinos y brasileños y creemos innecesario reiterar las dificultades que presentan actualmente estos mercados emisores.

Salvo la actividad que como siempre lleva adelante el Argentino Hotel ahí sí, durante los doce meses, quienes visitamos Piriápolis en baja tenporada podemos apreciar (y con mucha preocupación) la desolación notoria que presenta el lugar, contrariamente a lo que pasa en el principal balneario que de por sí, por los residentes permanentes ofrece a simple vista mayor movimiento.

Consultado un referente del lugar, el Presidente de AHRU y Vicepresidente de la Cámara de Turismo Contador Juan Martínez, expresó al PDA: "No tiene una ocupación importante todo el año, pero si tiene buena ocupación durante muchos fines de semana fuera de temporada de verano. Eso obedece en parte al turismo social y en parte a los atractivos adicionales de la zona que van mucho más allá de sol y playa."

Mientras tanto, algunos empresarios puntaesteños señalaron lo impropio de presentar como antagónicos a dos destinos hermanados en casi todo.

Por su parte, la Ministra Liliam Kechichian en su presentación en el almuerzo de ADM de este miércoles 20 de mayo según consigna la web de Presidencia sostuvo "que a partir de la implementación de la cuenta satélite de Turismo, se constató que la actividad turística impacta entre un 6 y un 6,5% en el Producto Bruto Interno del país."

No tenemos datos comprobados de la incidencia del turismo en el PBI nacional, por lo tanto no le vamos a discutir a un ministro de Estado tal afirmación pero lo que sí nos asombra y más que ello nos preocupa es que hable  "de la implementación de la cuenta satélite de Turismo".

¿Cuándo fue puesta en funcionamiento?, no sabemos de la existencia de tal herramienta. Si tenemos conocimiento que hace muchos años se viene hablando del tema, si sabemos que se ha invertido mucho dinero para tales efectos, si tenemos claro que es un tema que promueve mucho la Organización Mundial del Turismo (OMT) pero no podemos dar por cierto que Uruguay tenga CST.

En el reciente desayuno del CIPETUR Kechichian dijo que en turismo interno se habían movilizado 800 mil uruguayos que habían generado un aporte de ¡700 millones de dólares!!.

Siguiendo en línea con nuestro argumento de la inexistencia de la CST, debemos decir que no tenemos idea de cómo se puede hacer para medir tales cifras a través de una encuesta de hogares como dijo la ministra. El aporte de 700 millones de dólares ¿adónde se supone que fue?. Sabemos que hace unos años se medía por ejemplo como "turismo interno" el hecho que una familia montevidean fuese los fines de semana a su casa de la playa o a su chacra. Queda claro entonces que esa familia si ese fin de semana se quedaba en Montevideo, gastaría en el supermercado, si iba al cine o cargaba nafta igualmente pero en diferente lugar geográfico siempre dentro del mismo país.

Es recurrente la ministra al sostener que cuando su fuerza política llegó al gobierno en 2005 los ingresos por turismo eran de algo más de 500 millones de dólares y que actualmente se llegó a rondar los dos mil millones. Seguimos en la nebulosa con estas cifras, como no hay disponibles datos científicos en la materia, nos permitimos poner en duda también esta afirmación y para ello simplemente decimos que los ingresos que se dice tiene el turismo receptivo en Uruguay son, a ojo de buen cubero (nos contagiamos) una tercera parte de los que declaran Argentina y Brasil, países 15 y 45 veces más grandes que Uruguay y con una actividad promocional en el exterior y con atractivos naturales y eventuales sensiblemente mayores que nosotros.

La ministra Kechichian ante las cámaras de Teledoce a la salida del almuerzo de ADM dijo que si se sumaban los ingresos por las fronteras secas (compradores brasileños a los free shops (habló de 350 mil) y de cruceristas (señaló que eran 300 mil) andaríamos rondando ¡los tres millones y medio! de personas ingresando a Uruguay.

Es bueno recordar que ni los brasileños que compran en Rivera y Chuy ni los cruceristas, son considerados turistas por el simple hecho que no cumplen con la definción que promueve la OMT, la misma Organización Mundial del Turismo que se cita para tantas cuestiones por el organismo rector de nuestro turismo, por lo tanto sumarlos a los ingresos de turismo, es lo mismo que sumar peras más zapallos, extremo que utilizamos hace muchos años cuando desde el Mintur se nos quería hacer creer que la actividad generaba mil millones de dólares ya que se sumaban los por entonces 400 millones de dólares que se decía generaba el turismo interno a los aproximadamente 600 millones que se decía ingresaban por divisas, inexactitud puesta de manifiesto por el también presidente Vázquez en el acto de la Plaza Independencia de 2007 cuando con todo el gabinete a sus espaldas dijo que por turismo habían ingresado algo más de 500 millones de dólares.

Seguimos sin entender la causa que motiva este tipo de declaraciones.

A nuestro entender un destino turístico como Uruguay, dependiente en extremo de la suerte de la vecindad, debe contar en su plantilla gubernamental con recursos humanos de gran contracción al trabajo y de compromiso indiscutible con los objetivos de la fuerza política a la que representan, además de la obvia honradez personal exigible, características que son fácilmente apreciables en los secretarios de Estado mencionados en este artículo.

Cuando un destino turístico como éste, tiene excelentes resultados por turismo, en un gran porcentaje, contundente porcentaje, indiscutible porcentaje, es porque las variables macroecónomicas coyunturales de la región así lo ameritan y cuando los resultados por turismo son negativos como vienen siendo últimamente (por algo en Maldonado ganó el Partido Nacional), los mismos factores pero en contra, son los causantes.

Por lo tanto, del mismo modo que no entendemos que cuando los resultados son buenos hay que hacerle un monumento al ministro de Turismo de turno, somos coherentes y decimos que cuando los resultados son negativos, no debemos lapidar al ministro de Turismo de turno.

De modo que mucho menos entendemos el afán por declarar a la prensa de la forma en que se lo hace.

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