Márquetin indirecto
Martes, 22 Julio 2014

Márquetin indirecto
En setiembre de 2004, publicábamos un artículo que luego incluímos en el Portal del Uruguay en 2006, cuando lo creamos. Ya en ese entonces peleábamos con el término "Marketing" y faltaba poco para que el Diccionario Panhispánico de Dudas (2005) nos habilitara a escribir márquetin. Pero lo interesante del caso es el tema abordado, y cuando estamos próximos a cumplir una década de aquella publicación, vemos que no solo no ha perdido actualidad el pensamiento, sino que...bueno, ustedes dirán
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Mareketing indirecto

Tengo claro que lo primero que deberíamos de desterrar de nuestro vocabulario y sobremanera de nuestras costumbres, es la primera palabra que utilizo para el título de esta nota pero... ocurre que como siempre, el machacar incesante que soportamos en los cinco sentidos, termina por validar todo.
Hecha la aclaración (¿o excusa?), hablemos de lo que todos conocemos como marketing. En notas anteriores, hablaba de la necesidad que tenemos los uruguayos y más aún los protagonistas de la industria, de volver a las fuentes. Les decía que en la medida en que renunciemos al ingenio y fundamentalmente a nuestra idiosincrasia artesanal, estábamos en dificultades.


El famoso "No se puede”

Toda vez que se habla de invertir en promoción en el exterior, se cierra el asunto con la ya célebre frase aplicable a cualquier área de nuestra actividad: “no se puede...”.
Invariablemente terminamos haciendo lo mismo: llevando folletitos, videos, ahora CD´S, a cuanta feria o congreso haya por allí. Cuando la cosa se trata un poco más en serio, alguna iluminada autoridad de turno, como ya ha sucedido, se embarca en algún acuerdo de promoción y publicidad “a resultado” con conglomerados editoriales y multimedios de algún país cercano y se termina haciendo un poco de alharaca y llenando bolsillos exógenos oficialmente y solapadamente alguno que otro endógeno.

Ideas locas

No se podía esperar otra cosa de quien promueve permanentemente la remoción de esquemas. Pero como ya hay -por todos lados- quienes editorializan desde lo formal, convencional y “seguro” o “comprobado”, aquí va el dislate...


Propuesta audiovisual


¿Por qué será que nos fascina ir a Buenos Aires siempre que podamos? ¿Por los folletitos o porque nos invaden los medios argentinos y nos muestran hasta el cansancio Puerto Madero, el Teatro donde está Pinti, el Parque de la Costa o el restaurante en el cual cena Susana Giménez? ¿Por qué será que todos coincidimos que a la “Gran Manzana” hay que “caminarla” y que no tiene par?

¿Por los folletitos o porque vemos a Sharon Stone, a Michael Douglas o a Will Smith transitándola y además sabemos adonde toca el saxo Woody Allen y queremos patinar en la pista del Central Park como en Love Story y recorrer la juguetería de “Mi pobre angelito” y de paso, ya que está enfrente, husmear en el lobby del Plaza?

¿Por qué será que la historia nos ha hecho mirar constantemente hacia París, Londres, Roma, Madrid y la literatura ha acentuado el deseo de aproximación?

¿Por qué será que en la pantalla contenemos el aliento ante el cambio de guardia en Buckingham; soñamos apreciando el Arco de Triunfo y los Campos Eliseos; nos transportamos a la era del Imperio cuando la imagen nos trae el Coliseo; se nos hace agua la boca cuando vemos los jamones colgando de los techos en los mesones esparcidos alrededor de la Plaza Mayor?

Entonces...

¿Seguimos con el folletito o “jugamos en primera”?

Con todas las carencias, las dificultades e imposibilidades archiconocidas de nuestro medio, los artesanos verdaderos, los artistas de nuestro país, cada vez más construyen para la pantalla, chica o grande EL GRAN FOLLETO, ese que muestra el Mercado del Puerto y la rambla; las playas de Punta del Este y las sierras de Minas; las estancias turísticas y las termas... y mucho más pero no los utilizamos...

Entonces...

Editamos videos, CD´S y más folletitos y, los seguimos llevando a las ferias y a los congresos. Cuando los depositarios de tanto esfuerzo llegan a sus oficinas, ubican ese material en la góndola de lo accesorio y siguen ofreciendo y vendiendo los destinos de elite.

¿No será hora de apostar en grande?

¿De crear un canal de cable que sea EL GRAN FOLLETO?

¿Que en ese medio podamos incluir series con nuestras costumbres y nuestros paisajes? ¿De mostrar shows con nuestra música y nuestro arte? ¿De mostrar, al fin y al cabo, ese producto al verdadero dueño de la decisión de compra, al consumidor final, al que luego de digerirlo va a ir a la agencia de viajes a solicitar el destino Uruguay?

Digo yo, tal vez NO SE PUEDA... pero... ¿si lo intentamos? La dejo por acá.

Portal de América

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