Según el Ministerio de Turismo y Deporte de Uruguay, “la temporada no fue tan dramática como se pensó”…¿nos preguntamos quién pensó? o más aún ¿quién a estas alturas piensa que no fue dramática? Entendemos claramente la idea de no generar alarma pero si miramos caso a caso muchos operadores coinciden en una perspectiva bastante menos optimista.
Si nunca hubo como dice la Ministra Kechichian en dicha entrevista “cultura de paquetes all inclusive” o “ir a promover con precios definidos” ¿porqué no aprender de estas carencias y comenzar ya a generarlos? Si faltan centros de diversiones ¿es esa la respuesta? ¿es eso lo que nuestro turista busca? ¿de qué tipo? La realidad es que no lo sabemos y no sería mala idea preguntarlo.
La mayor queja fueron los altos precios, a los que los uruguayos nos hemos mal acostumbrado, pero que para un potencial visitante al compararlo con otros destinos son diferencias siderales. A todos les gusta venir a Uruguay pero debemos generar otras propuestas, diversas y complementarias, que promuevan competitividad en bloque y no entre los actores ya que mas allá de los golpes argentinos si nos llueve todo febrero con un mes tampoco hacemos patria. Diversificar, profesionalizar y aglomerar según cada territorio y sus fortalezas puede resultar una buena alternativa.
Finalmente la respuesta a lo magro de la temporada y las perspectivas para este año fue que “estamos estrechamente unidos a lo que pase en la Argentina y que debemos monitorear”…nos preguntamos ¿monitorear preventivamente o monitorear activamente generando cambios? Además de las intenciones, que damos por obvio son las mejores, ¿hay estrategia?.
En este campo nos jugamos mucho más que una buena o mala temporada según una visión y números generalizados globalmente…nos jugamos fuentes laborales, largas cadenas productivas e inversiones…no es cosa menor ni una nueva “sensación térmica”.
Portal de América