En lo que tiene que ver con el turismo, el contexto actual demuestra que el estandarte esgrimido hasta el presente, el de ofrecerle al mundo el Uruguay Natural ha entrado en crisis. Expresémonos correctamente, lo que está en crisis y cada día más cuestionado es el concepto Uruguay Natural.

Entre gallos y mediasnoches se van cocinando cuestiones que sin solución de continuidad van entregando recursos naturales, soberanía y lo que es peor de todo, dignidad.

Nadie puede convencernos que en la disyuntiva entre apostar por el cielo, el mar y el aire limpios en el departamento de Rocha, se opte por la tala indiscriminada, el sucio transporte del producto y la minería a cielo abierto.

Podrán argumentar lo que quieran, hasta quizás nos lleguen a hacer dudar si económicamente es lo que nos queda, pero no pueden pensar que podemos hacer el papel de tontos y dejarnos convencer que esos flagelos no tienen nada que ver con la consigna de Uruguay Natural.

Queda aclarado entonces que nuestra posición es ésa: vemos con profunda preocupación la inexorable marcha hacia la afectación del medio ambiente y por lo tanto, creemos que habrá que sincerarse y cambiar el eslógan, como primera cosa, más allá que cada quien, reaccione ante la realidad como lo entienda mejor.

Pero del mismo modo que con esta opinión reclamamos tácitamente la atención de las autoridades, a la vez queremos hacer un llamado a todos aquellos militantes, activistas, involucrados con la causa medioambiental, a la mesura y a esforzarse por no caer en el fanatismo.

Creemos que la lucha tanto de un lado como del otro, tiene como fin concientizar al gran público ¿no?, al resto de la población.

Y del mismo modo que a los "neutrales", nos molesta la hipocresía, el silencio y la escasa transparencia de la marcha de la cuestión maderera y minera, nos agobia y por lo tanto, en algúna medida algo de rechazo nos produce, el discurso quasi celestial de "salvemos al planeta".

No escondamos, pero tampoco polaricemos. Lo único que es blanco y negro son los colores, el resto, siempre tiene matices, tengámoslos en cuenta.

En esta edición, en la sección opinión, publicamos un extenso artículo que nos hicieron llegar, redactado por alguien quien se nos ha dicho es un convencido activista en favor de la defensa del medio ambiente y que trabaja en algo tan maravilloso e inofensivo como el avistamiento de aves, uno de los modernos productos turísticos.

Como conocemos sobradamente al espontáneo corresponsal que nos hizo llegar ese contenido y confiamos ampliamente en su criterio, no dudamos en publicarlo sin la más mínima censura, como es nuestra costumbre pero, como en muchos otros casos similares, si bien concordamos con varias reivindicaciones allí expresadas, no estamos 100% de acuerdo con el contenido. Pero como editores responsables de un medio que pretende situarse como foro idóneo del debate de las cuestiones del turismo, lo compartimos con los lectores, al igual que el video colocado en el reproductor multimedia, realizado por residentes de La Paloma.

Los gobernantes deben preocuparse por la generación de trabajo y empleo, es nuestra obligación como comunicadores, pero más que por ello, como ciudadanos, ser exigentes evaluadores de los métodos y la forma en que se hace.

Del mismo modo, nos imponemos evaluar las contrapartidas, en eso estamos con el presente artículo, que conste.

Portal de América