El skyline esteño, a estrenar
Jueves, 24 Febrero 2011

El skyline esteño, a estrenar

Un ránking exclusivo con los desarrollos inmobiliarios premium que potencian la sofisticación de Punta del Este. Atributos indispensables en emprendimientos de alta gama –sean hoteles de diseño, chacras marítimas, penthouses urbanos o complejos orientados al deporte–, conviven con el sello de las grandes estrellas de la arquitectura del siglo XXI.

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por Lorena Obiol

El balneario más exclusivo de América del Sur combina, en su menú residencial, escenas de campo, bosque, puerto y ciudad con el paisaje marino, creando un abanico de opciones inmobiliarias para inversores de paladar negro. Los proyectos tienen nombres cosmopolitas y, en muchos casos, llevan la firma de reconocidísimos estudios de arquitectura. El diseño de autor, prestigioso imán que todos anhelan, se consolida año tras año en el Este. Isay Weinfeld, Philippe Starck, Stephania Kallos, Rafael Viñoly y Carlos Ott conforman el más selecto puñado que define las tendencias en esta materia. Globalización mediante, el paradigma de los complejos de usos mixtos también aporta su cuota de novedad en estas playas. Hoteles con residencias, y viceversa, forman parte de una movida que aprovecha doblemente recursos y servicios mientras las sofisticadas marcas suman valor y garantía al emprendimiento.

La chacra de mar es la tipología que arrasa entre europeos y estadounidenses: se impuso hace unos años, en zonas retiradas, cerca de José Ignacio, y hoy es territorio deseado por el jet set internacional tanto como Miami o Ibiza, aunque estas últimas no aseguran el mismo nivel de intimidad que estos parajes verdes alejados del mar... pero no tanto.

Según el último informe de Reporte Inmobiliario, actualmente hay 67 edificios en venta desde Punta Ballena hasta La Barra, con un precio promedio de u$s 4 mil el metro cuadrado en los emprendimientos ubicados en la primera línea del frente marítimo. En el último año se agregaron 22 nuevos desarrollos y el crecimiento interanual del precio del metro cuadrado en departamentos a estrenar trepó un 13,69 % en los últimos 12 meses. Los proyectos que ostentan los valores más elevados por metro cuadrado son Le Blue (u$s 8.007), Villa Brava 2 (u$s 5.837) y Aquarela (u$s 4.672).

 

YOO

El primer Philippe Starck de Sudamérica

Sus creadores hacen de la vanguardia un dogma. Diseñado para un mercado premium, el sello de Philippe Starck llegó casi al vértice del continente con este emprendimiento que no solo fue punta de lanza en lo que hizo del diseño de autor una tendencia en los desarrollos esteños, sino que fue el primer Yoo en Sudamérica. En el edificio recientemente estrenado en la Parada 8 de la avenida Roosevelt, el lujo convive con lo decontracté; y entre sus amenities sobresalen el restó Pink Genuine Food y YOO at SPA, que también se jacta de ofrecer productos Givenchy en exclusividad.

Para esta joyita, K Group Holdings desembolsó u$s 20 millones y, además de las unidades a la venta, reservó departamentos que comercializa en forma de alquiler durante la temporada. Tanto propietarios como huéspedes deben atravesar el lujoso promenade, donde se encuentran Pink y una clásica biblioteca, para adentrarse en el espíritu Yoo. Una vez allí, el deck funciona como puerta de entrada a este paraíso artificial cuyo destino es la pileta de borde infinito y la zona de barbacoas privadas. La oferta también incluye un moderno gimnasio (Your Fit) y una piscina cubierta. Club house, ciber y wi-fi, microcine, solarium, bussines center, front desk y seguridad cierran el menú de servicios de un espacio por el que hoy se pagan u$s 2.500 el metro cuadrado, en promedio. La creatividad de Starck y el lujo de Punta del Este son, sin dudas, un eficaz maridaje.

 

Le Bleu

Diseño de autor en frasco chico

Apenas unos pocos pueden beber este elixir de lujo, estatus y exclusividad desde donde es posible paladear la imponente vista de la bahía y del puerto esteño. Porque Le Bleu es un edificio de apenas cinco departamentos, uno por piso, que intenta connotar con su nombre no solo el color predominante del paisaje sino el refinamiento francés. El emprendimiento, en el que la empresa Vedopark invirtió u$s 9 millones, ostenta la rúbrica del arquitecto uruguayo Carlos Ott, también autor de la Ópera de La Bastilla (París), el National Bank (Dubai) y YOO Nordelta, actualmente en desarrollo en la Argentina, donde además es responsable del hotel de Madero Harbour, la ampliación del Malba, el hotel Boca Juniors, el campus de la Universidad Argentina de la Empresa y el polideportivo Arena Jockey Club en San Isidro. El diseño de autor es un estandarte híper ponderado que ayuda a justificar uno de los precios más altos que se pagaron por metro cuadrado en la estrella de Maldonado. Los departamentos, con superficies de 380 a 580 metros cuadrados, incluyen tres garajes cada uno y dos bauleras por unidad y comenzaron a venderse el año pasado a partir de los u$s 2 millones. El sello distintivo de este icónico edificio es el azul de la piscina-balcón: cada residencia cuenta con una pileta propia cuyo frente vidriado oficia de límite entre el adentro y el afuera, integrándola visualmente con el mar. En cuanto a servicios comunes a los cinco propietarios, Le Bleu ofrece: salón de reuniones equipado con kitchenette y parrillero, gimnasio con máquinas de última generación, solarium, roof deck con piscina climatizada y sistema de nado contracorriente. Un detalle no menor en los departamentos: los master bedrooms cuentan con his/hers bathrooms, cada uno con hidromasaje y generoso vestidor.

 

Acqua fusión entre

Vanguardia y permanencia

Agua, pero en italiano. Ese es el rasgo inconfundible y el ingrediente esencial en el proyecto del arquitecto uruguayo Rafael Viñoly quien, como un experto alquimista, transformó los materiales constructivos en una joya refulgente. Aunque lo que brilla en ese edificio rupturista de seis niveles no es dorado sino celeste. Frente al mar, en la Parada 19 de La Brava, el complejo en forma de letra ele simula una escalera que derrama el elemento vital desde sus departamentos con terrazas propias y decks de madera. La excepcionalidad de sus unidades se vuelve evidente en algunos detalles, como los cielorrasos a cuatro metros de altura y las vistas panorámicas, la cava de vinos y el home theater, el mármol de Carrara en los toilettes y las marcas top para la grifería, la cocina y los placards. Los servicios comunes no abundan porque los departamentos los incluyen, aunque un spa de lujo, una piscina exterior, el servicio de mucamas, un sauna seco, un gimnasio y un beach club no se le niegan a nadie. De las 34 residencias –de entre 280 y 900 metros cuadrados–, hoy quedan 10 a la venta, con precios que parten de u$s 1.4 millón y superficies totales de 400 metros, aproximadamente. Es la primera obra del afamado Viñoly en su país natal.

 

Fasano Las Piedras

A estrela de maior sucesso

Sin dudas, es el estreno más impactante del verano. Las Piedras Villas & Hotel Fasano de Punta del Este se vanagloria de ser el primer emprendimiento del grupo desarrollador brasileño JHSF fuera de su país de origen. Pero también de ser el primer beach & country del Uruguay. Exclusividad y sofisticación no escasean en este emprendimiento de 480 hectáreas que integra campo y costa a minutos de La Barra. Para competir en calidad y renombre con otras estrellas del firmamento arquitectónico, el grupo jugó su mejor carta natal: el emblemático Isay Weinfeld. La primera parte de su proyecto se inauguró el pasado diciembre, con el hotel y los restaurantes Las Piedras y Fasano. Para más adelante quedarán las 38 villas y las 30 chacras que completan el desarrollo. Las 32 exquisitas habitaciones se basan en el concepto de bungalow, despojado por fuera, con pocas ventanas –para generar mayor intimidad– y rebosante de confort y calidez en su interior. Con esto bastaría para incluirlo en el ránking de desarrollos premium. Pero aún hay más: el lobby y la casa central, el bar y la gastronomía by Fasano, el pool bar y el parque perfectamente diseñado son complementarios con tanta belleza y justifican los u$s 100 millones que costará el desarrollo de punta a punta (en el caso de los inversores) y los u$s 1.100 en promedio que cuestan las habitaciones en temporada alta (en el caso de los huéspedes). Además, incorpora el spa de Renata Abreu, considerado el mejor made in Brasil, una cancha de golf diseñada por Arnold Palmer, programas de VIP kids o VIP pets; y un menú de facilidades que incluyen desde el alquiler de camionetas Mercedes Benz GLK y Mini Cooper para recorrer Punta hasta paseos a caballo para visitar las estancias vecinas, pasando por kayaks y jet skies. A esta altura, mencionar las canchas de tenis es casi irrelevante.

 

Selenza

Una pasarela al glamour

De la mano del grupo español Rayet, Valeria Mazza y su marido, Alejandro Gravier, ingresaron oficialmente al negocio de los ladrillos, si bien ya habían incursionado en el desarrollo de oficinas.

Hotel boutique con spa, departamentos y residencias sobre el mar requerirán una inversión de u$s 36 millones. La perla de este emprendimiento cinco estrellas y con 32 habitaciones es el spa de 1.000 metros cuadrados especializado en talasoterapia (tratamientos con agua marina), una modalidad que llegará por primera vez al Este. Como en los cuentos, el “Había una vez...” ocurrió en Marbella, cuando la modelo argentina se hospedó en un hotel de la cadena y quedó encantada con los tratamientos basados en el agua que se extrae del mar, se depura, se esteriliza y luego se aplica en diversos tratamientos. Entonces, soñó replicarlo en las playas de Punta. La idea tomó forma y así, a fines de 2010, se anunció la construcción de Selenza Village & Hotel en Manantiales.

Belleza y refinamiento son atributos que pecan de evidentes, no solo por tener a Mazza como hada madrina sino por los estándares internacionales que el grupo hotelero exige. Según se anunció, el proyecto incorporará cuatro edificios con 12 departamentos aterrazados cada uno, que cotizarán desde u$s 400 mil, y 12 casas de más de 300 metros cuadrados con pileta, que se venderán a partir de u$s 900 mil. Dos piscinas (una exterior de agua dulce y otra dinámica, con agua de mar capturada a 200 metros de la línea costera), un centro de talasoterapia, spa y belleza con tratamientos exclusivos, gimnasio, sala de rélax, cabinas de masaje, sauna, baño turco e hidromasajes son los amenities garantizados por el Selenza tanto para las casas como para los departamentos.

 

Tressesenta

Un megapanóptico de alta gama

Lejos del modelo de Vigilar y castigar, de Michel Foucault, esta torre de alta gama que deslumbra por su morfología fue concebida para cumplir –también– con la función de panóptico para, en lugar de ejercer control, deleitar con la posibilidad de la mirada omnipresente. Su forma elíptica permite recorrer la ciudad y la playa con la vista inigualable de un pájaro que vuela en círculos sobre la avenida Roosevelt. Este glamoroso edificio de ángulo de giro completo dispuso 136 departamentos de 2, 3 y 4 ambientes, más penthouses, en 17 pisos, cada uno con profundas terrazas que ofrendan perspectivas de las playas Brava y Mansa, así como del puerto y los bosques. Las residencias premium están orientadas hacia la península o hacia Punta Ballena. Los precios de los tres penthouses con vista panorámica que quedan a la venta van de u$s 465 mil a u$s 485 mil. En los 4 mil metros cuadrados de parque se enclavan dos grandes barbacoas, los vestuarios y el área de juegos para niños, mientras que un jardín de contemplación con plano vertical de agua guía el camino hacia el primer subsuelo, generando un acceso diferenciado desde la playa. La jerarquía del hall de acceso no sorprende: es un rasgo característico en este tipo de proyectos. En cuanto a servicios, la oferta se completa con piscina de agua salada climatizada, solarium, gimnasios, spa, sala de Internet, club house con parrilleros, club para jóvenes, laundry, servicio de mucamas y estacionamiento de cortesía.

Le Parc

La marca de las torres

Trayectoria reconocida la de Raghsa en el desarrollo de viviendas en altura. La primera, que revolucionó el mercado y fue motivo de debates y controversias, fue la que levantó el legendario Mario Roberto Álvarez, en 1994. Luego siguieron las del Estudio Aisenson, en Puerto Madero y en la avenida Figueroa Alcorta.

Con una fórmula casi garantizada, ¿por qué no probar suerte en el balneario más exquisito del continente? Encargadas esta vez al estudio de arquitectura Dujovne Hirsch, y con una inversión total prevista en u$s 75 millones, comenzó la aventura uruguaya que llegará a su fin cuando termine 2011. Pero, esta vez, la compañía de Moisés Khafif se quedó con el título de gerenciadora, mientras que el desarrollo en el país vecino es de Le Parc S.A.

Sobre un terreno de 14 mil metros cuadrados, ubicado en Rambla Lorenzo Batlle y la avenida Roosevelt, en Playa Brava, y con un frente costero de 140 metros, las hermanas se dan el lujo de mirar el mar desde todos sus ángulos y recibir los primeros rayos del sol. En el piso 24, cada una atesora un penthouse con terraza propia. En el resto de los niveles, conviven cuatro departamentos de entre 180 y 232 metros cuadrados. Confort y tecnología son las características de los servicios de las Le Parc, entre los que se enumeran piscinas climatizadas rodeadas de jardines, solarium y barra bar, cancha de tenis, gimnasio, spa con sauna, baño finlandés, sala de rélax, hidromasaje, piscina cubierta, jaula para la práctica de golf, juegos al aire libre, salones con parrillas, salas de juegos para niños y para adultos, área de usos múltiples, business center, microcine, servicios de conserjería y de mucamas, lavandería, lavadero de autos y estacionamiento de cortesía.

Finalizada la primera de las torres (ya completamente vendida), la segunda aún regista un 20 % de departamentos disponibles a un valor promedio de u$s 3.300 el metro cuadrado para quienes quieran zambullirse en la vista exuberante de la torre.

 

Aquarela

La espectadora privilegiada

No son siete los mares, como en la canción de Toquinho. Pero el que se ve desde los 142 departamentos de esta torre frente a la costa, en la Parada 18 de La Mansa, es igual de azul.

Aquarela Tower & Club no es de las últimas debutantes: sus curvas en primera fila son conocidas para los asiduos visitantes. Con departamentos de entre 164 y 342 metros cuadrados, dúplex que van de 330 a 500 y penthouses tríplex de apenas más de 600, ascensor interior que une los tres niveles y piscinas privadas en cada uno de ellos, la torre cuenta con los amenities característicos de un cinco estrellas, como valet parking, car wash, servicio de mucamas y de playa, cava de vinos, business center (equipado y con área de espera, secretaría, despacho y sala de reuniones), club de niños con guardería, peluquería y zona de práctica de golf, además de tres piscinas climatizadas, zona cubierta de spa con gimnasio, hidromasaje, saunas seco y húmedo, zona de masajes, dos canchas de tenis, una de fútbol y pista aeróbica de 500 metros, salón de fiestas para 200 personas, parrillas techadas, microcine, estacionamiento de cortesía, sala de lectura con vista al mar y zona de juegos para niños en el predio de 17 mil metros cuadrados donde los espacios verdes tienen un despliegue de privilegio.

Las distintas tipologías regalan vistas al bosque, al parque de la torre, a la bahía, a la isla Gorriti, al puerto, a la península y a Punta Ballena, dependiendo de cada unidad. Pero lo cierto es que ahora no todas están a merced porque quedan apenas 25 unidades, a un precio promedio de u$s 3.200 el metro cuadrado. Un dato que vanagloria a la desarrolladora Invergroup, que invirtió u$s 25 millones en todo el emprendimiento, es la certificación de los sistemas de gestión de calidad ISO 9001:2008 en todos sus servicios. Así, esta obra realizada con colores suaves que se diluyen en el agua logró ser la primera torre en Sudamérica en obtener esta legitimación. Aunque no asegura lo más importante: que en la cartografía de su cielo el sol siempre sea ambarino.

 

 

Ocean Drive

Confort y buenas vistas

Implantadas en avenida Roosevelt y Parada 4 de La Brava, las hermanitas Ocean Drive se erigen sobre un terreno de 15 mil metros cuadrados. Confort y buenas vistas, algo indispensable para un edificio de alta gama ubicado a cuatro cuadras del mar, muy cerca del shopping, los cines y el casino del Conrad. Si de servicios se trata, las torres de la empresa local WSW (anteriormente conocida como Atijas Weiss) cuentan con club house con cuatro parrilleros y snack bar, dos piscinas (exterior e interior), spa con saunas húmedo y seco, camilla para masajes, canchas de tenis de polvo de ladrillo, sala de juegos para adultos, sala de lectura para adultos, sala de juegos para adolescentes, kids club, bussines center, work office, home theater y gimnasio. Con precios que parten de u$s 157 mil, los departamentos son de 2 y 3 ambientes con dependencias (y son 8 por piso). Además, el complejo ofrece 16 dormis: unidades complementarias compuestas de habitación y baño privado que pueden utilizarse para recibir amigos u hospedar familiares. La primera de las torres ya está entregada y en el Salón Inmobiliario de Buenos Aires, en noviembre pasado, se lanzó la segunda.

 

Silente

Dueño de la calma y del silencio

En la Parada 32 de La Brava, en la zona de Rincón del Indio y sobre Rambla Lorenzo Batlle, el Club de Mar desarrollado por el Grupo Farallón se enclava en un terreno de 35 mil metros cuadrados donde los espacios verdes y los jardines amplios compiten en deslumbrar a los propietarios y huéspedes con la vista del mar.

Dueño de la calma y del silencio, su diseño está puesto al servicio de la naturaleza, no sólo para cuidarla sino para disfrutarla y privilegiarla. Con circuito aeróbico, dos canchas de tenis, golf de 4 hoyos (pitch & putt), gimnasio, piscina cubierta climatizada y otra descubierta, club house, kids & teens club, sala de lectura, business center y cocheras de cortesía, los 80 departamentos distribuidos en cuatro edificios de cinco pisos cuentan con superficies propias que oscilan entre 160 y 565 metros cuadrados y se cotizan a partir de los u$s 3 mil. Además, sobre la zona del golf se proyectan 22 casas apareadas, de 180 metros cuadrados cada una.

Veramansa

Rélax con salida al mar

Con algunos años en el balneario charrúa, el emprendimiento del grupo Sutton (gerenciadores de Alvear Palace Hotel y de los dos hoteles de la misma marca que están en desarrollo en Plaza San Martín y Puerto Madero) no deja de sumar novedades.

La temporada pasada inauguró un túnel que comunica la playa con las residencias y, durante 2010, lanzó un edificio más de la segunda etapa, con valores que parten de los u$s 2.200 el metro cuadrado. En los departamentos de 2, 3 y 4 dormitorios, los baños con hidromasaje se conjugan con el hogar a leña del living y la parrilla en el balcón terraza. Lo demás –grifería de primera calidad, calefacción por piso radiante, doble vidriado hermético, cocheras fijas y bauleras– son atributos indispensables en emprendimientos de la gama.

El nombre propio de estas 15 hectáreas de bosque y lagunas con vista al mar apela a la calma. Dividido espacialmente en tres sectores, el lugar se presta tanto para los huéspedes estivales como para los visitantes permanentes. En el sector Mar se concentra la oferta de amenities junto con las tres piscinas (una de ellas de 400 metros cuadrados, con hidromasaje y pool bar), el spa y el gimnasio. En el área denominada Laguna, la naturaleza invita a dar un paseo en bote o admirar las siluetas de los patos recortándose en el espejo de agua. Finalmente, un bosque de pinos justifica la entrada al tercer sector, donde se ubican las canchas de tenis, básquet y vóley.

 

Las Garzas

El sello de Costantini en la arena

El despliegue del grupo Consultatio no sorprende, a más 10 años de consolidación de Nordelta y del recientemente lanzado Puertos del Lago en Escobar. El emprendimiento esteño suma 240 hectáreas, que incluyen 1.800 metros lineales de playa en la costa de Rocha, próxima a José Ignacio. Allí se proyectaron 490 lotes, de entre 2 mil y 3.500 metros cuadrados en promedio, cuyo leit motiv es respetar la tranquilidad de la zona y, especialmente, la belleza natural que aportan la forestación, la fauna autóctona y las cárcavas, que ocupan 60 hectáreas aproximadamente. Estos socavones que erosionan el terreno se formaron por el recorrido del agua de lluvia desde los 48 metros de altura de su extremo oeste hasta el nivel del mar. Por este motivo, no es extraño que más de la mitad del terreno esté destinando a espacios verdes y áreas comunes. La intención es que los habitantes puedan recorrer estas hondonadas a través de senderos peatonales trazados desde el interior de estas profundidades y llegar a la playa deslizándose por esas pendientes.

Inaugurado el beach club con restaurante, gimnasio, pileta y spa, en esta temporada también debutaron el playroom y la piscina para los más pequeños, el parador en la playa y un sendero de dos kilómetros por las depresiones naturales.

Estrenado oficialmente el 8 de enero, Las Garzas comenzó con las obras de las primeras casas particulares de algunos de los 130 lotes que tiene vendidos. La espectacularidad de este proyecto está marcada por la misma topografía: un terreno que baja de manera escalonada hacia el mar, formando terrazas naturales que dejan libre la vista del océano.

Villalagos

Chacras para ricos & famosos

Otro fiel exponente de la movida esteña, también en formato pequeño. No por la superficie del terreno sino por contener apenas 12 exclusivísimas chacras, de entre cuatro y cinco hectáreas. En el kilómetro 167 hacia José Ignacio, Villalagos hace honor a las tres lagunas artificiales que circundan las casas desperdigadas en 100 hectáreas. Un imán para inversores chic es la fina estampa que les imprime el estudio de la famosa Stephania Kallos, elegida por Donna Karan y Dolce & Gabanna para sus boutiques. Así es que una fracción de tierra cuesta no menos de u$s 2, 5 millones y las casas by Kallos Turin se cotizan entre uno y cuatro millones de la misma moneda. El desarrollo del grupo Obsidian –que recibió la distinción del Royal Institute of British Architecture, uno de los premios más prestigiosos de la arquitectura mundial–, ya vendió el 50 % de los lotes. Natascha Caine, hija del actor británico Michael, definió el lugar como una mixtura perfecta entre Saint Tropez e Ibiza. Otro vecino famoso es Simon Fullher, ideólogo del programa American Idol y representante de las Spice Girls. Pero también hay empresarios argentinos que ya se aseguraron una parcela.

Naturaleza y privacidad son los encantos que suman poder de atracción para un público exigente. Aves, peces y mariposas forman parte de la pequeña comunidad de escasos visitantes de estas chacras. Además, una huerta orgánica y una añosa arboleda consolidan el concepto campestre.

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