Rey por un día
Viernes, 17 Diciembre 2010

Rey por un día

Castillos medievales, cenas como las de hace siglos, actores que cuentan la historia y mucho más en un circuito por cinco construcciones emblemáticas que transportan al pasado.

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por Lucila Marti Garro

LONDRES

Imponentes, misteriosos, añejos, elegantes o medievales. En Inglaterra hay castillos de toda época y grandilocuencia. Algunos todavía están habitados y permiten espiar cómo viven las familias reales en la actualidad. Otros se transformaron en centros turísticos con atracciones temáticas, banquetes entre reyes que cobran vida y hasta un hotel.

Si bien los hay por todo el territorio, es cuestión de elegir una ruta y empezar. Al norte de Londres hay opciones de escapadas por el día, aunque también se puede visitar un puñado de castillos y palacios hilando un recorrido con noche en alguna ciudad. Para eso, lo más práctico es moverse en auto.
Hatfield House

A 333 kilómetros al norte de Londres se trata de una gigantesca y elegante casa de estilo jacobino que fue construida en 1611 por Robert Cecil, primer conde de Salisbury. Desde entonces ha sido el hogar de la familia Cecil, cuyo ocupante es hoy el séptimo marqués de Salisbury. Está abierta al público y se la puede recorrer por todos sus salones amueblados y en uso, apreciar sus pisos y alfombras, las paredes repletas de pinturas y retratos de familia, los trabajos en madera y obras de arte. En el mismo predio está el antiguo Palacio Real de Hatfield, del cual sólo queda una parte. Este palacio, construido en 1497, fue donde se crió la reina Elizabeth I.

Además de recorrer todos sus rincones, por unas libras más se puede participar de un banquete que transcurre en el magnífico Great Hall del viejo palacio de la casa Hatfield. La vestimenta elegante sport puede ser actual, pero algunos prefieren alquilar un disfraz de época. Durante la cena -comida típica con un toque contemporáneo-, los organizadores se encargan de que el comensal se mantenga entretenido. El rey Enrique VIII y la reina Elizabeth I aparecen con una preparada puesta en escena. Los banquetes suelen ser sólo los viernes.

Los jardines valen la pena una visita. Los turistas pueden caminar por cuatro kilómetros de parque, hay mesas para picnics bajo los árboles y un área con juegos de troncos para niños. También está marcado el roble donde la joven princesa Elizabeth se enteró de su ascenso al trono.

El año próximo habrá celebraciones por los 400 años de la casa, y en breve abrirá un lugar de juegos de aventura para niños. El sitio permanece cerrado en el invierno del hemisferio norte y vuelve a abrir el 23 de abril de 2011. Para llegar se puede acceder en auto o en tren desde la estación King Cross de Londres, un recorrido que dura 25 minutos. La entrada principal al Hatfield Park está a cinco minutos de caminata frente a la estación.
www.hatfield-house.co.uk

Oxford Castle

A una hora de la casa Hatfield está el castillo Oxford, en la ciudad homónima, una imponente fortaleza de piedra que se diferencia del resto de la arquitectura típica de la ciudad. El castillo data del siglo XI, pero trescientos años después estuvo abandonado y su estado llegó a ser deplorable. Años más tarde fue convertido en la sede del gobierno del condado, y en 1888 quedó como cárcel llamada Prisión de su Majestad en Oxford, hasta que fue cerrada definitivamente en 1996.

Hoy, el castillo está totalmente rehabilitado y su atracción Oxford Castle-Unlocked pasea a los visitantes por dentro y deschava los secretos que allí transcurrieron, contando historias de fuga, traición y amor de quienes estuvieron allí encerrados.

También se visitan las criptas en el subsuelo con 900 años de historia, donde estaban los muertos y la comida aprovechando su baja temperatura.

Las visitas guiadas están a cargo de actores disfrazados compenetrados con sus personajes, lo que le da un toque de atracción al estilo Disney. Entre algunos de sus programas especiales durante el año está la visita nocturna al castillo, para aquellos que se animen.

Impacta la subida a la torre histórica, desde donde se obtiene una vista a 360° desde lo más alto de la ciudad. Dentro del castillo funciona un lujoso hotel de 94 habitaciones, con precios que parten en las 130 libras la noche (205 dólares).

Muchas de las habitaciones son las celdas originales restauradas, que en algunos pisos toman hasta tres de ellas por habitación. A no temer: nadie le echará llave a su puerta.

Fuera del castillo hay un mercado con mesas al aire libre, con restaurantes de distintas nacionalidades y hasta una galería de arte. Allí se celebran algunas actuaciones teatrales que rememoran el pasado histórico del lugar.
www.oxfordcastleunlocked.co.uk

Blenheim Palace

A 13 km al norte de Oxford, en Woodstock, región de Oxfordshire, otra herencia histórica se impone por su lujo y tamaño.

El Palacio de Blenheim es una de las casas de estilo barroco más espectaculares de Inglaterra, emplazada en forma de U con alas extendidas que abrazan patios y jardines, y adornada con arcos y columnatas. El espléndido edificio tiene una escala inhumana que explica su valor histórico: fue un regalo de agradecimiento de la reina Ana al general John Churchill, antes duque de Marlborough, tras su aplastante victoria contra los franceses en Blenheim, pequeña aldea a orillas del Danubio en 1704. Hoy vive allí el 11er. duque de Marlborough, y fue también la cuna de Winston Churchill, uno de los políticos más influyentes en la historia de Inglaterra.

Los bellos salones de Estado albergan colecciones de porcelana, retratos, muebles y tapices. Dentro del palacio se puede visitar una exhibición permanente de Churchill y la habitación donde nació. Desde 1987 el edificio es Patrimonio de la Humanidad.

Un sistema nuevo de tecnología virtual permite que el visitante recorra 300 años de historia desde los ojos de sus sirvientes. Las fascinantes perspectivas de la vida de antaño empiezan con la aparición de la primera criada que trabajó al estrenarse la casa. La mujer aparece y reaparece como un fantasma para guiar al público entre el glamour y la grandeza del palacio, contando historias menos conocidas sobre los habitantes del mismo.

En un terreno de 850 hectáreas de jardines, la casa está rodeada de grandes extensiones de césped y un lago. Los Jardines del Placer son perfectos para familias e incluye un famoso laberinto de setos simbólicos, de entre los más grandes del mundo.

No es un laberinto muy complicado, pero se tarda media hora hasta encontrar la salida. En el parque también hay un área de juegos de aventura, la casa de las mariposas, un tren en miniatura que encanta a niños y adultos, y la exposición Blenheim del pasado.

El palacio y el parque están abiertos al público desde mediados de febrero hasta diciembre.
www.blenheimpalace.com

Broughton Castle

En la misma región de Oxfordshire, unos minutos más hacia el Norte, está el castillo Broughton. Construido en el año 1300 fue cambiando su fisionomía durante siglos de construcción medieval hasta convertirse en una mansión Tudor amurallada, rodeada de un foso que inicialmente fue defensivo, aunque hoy lógicamente es totalmente estético.

La edificación fue protagonista en la historia. En el siglo XVII, su habitante William Fiennes era uno de los líderes contra el rey Carlos I. Aquellos que complotaban contra el rey se reunían en este castillo (en la sala sin oídos abierta a las visitas), donde también se alistaban las tropas que luego se sublevaron en Edgehill en 1642. Pero la batalla se perdió y el ejército del rey ocupó el castillo por un tiempo.

Más cerca en la historia, uno de sus habitantes dilapidó muchas de sus riquezas, pero el decimosexto lord, Saye and Sele, trajo un arquitecto de renombre que reconstruyó su valor histórico. Esta familia hoy sigue viviendo aquí, y los cinéfilos encontrarán en sus salones escenas de la película Shakespeare enamorado . El castillo tiene una iglesia construida en el siglo XIV, donde están las tumbas de miembros de la familia. También cuenta con una capilla y hermosos jardines.
www.broughtoncastle.com

Warwick Castle

De seguir con el recorrido, 50 minutos al norte de Oxford está el castillo de Warwick, en el condado de Warwicksire. El viaje vale la pena. Con casi mil años de historia, este castillo medieval sobre un acantilado que mira al río Avon fue usado como una fortaleza hasta principios del siglo XVII, cuando fue convertido en una casa. En todos sus años de historia el castillo sufrió muchos cambios.

En 1220 se sustituyó la madera por la piedra como material básico en casi todas sus edificaciones, se amplió la muralla defensiva, se construyeron más torres y un puente levadizo. Siglos más tarde se crearon nuevos salones y se hizo un diseño paisajístico de los jardines. Su propietario fue la familia Greville, duques de Warwick. Por su escala, estatus y época de construcción algunos lo comparan con el famoso castillo de Windsor, en Londres.

En 1978 lo compró un grupo económico y abre desde ese entonces como una atracción turística. Más allá de su imponente valor arquitectónico, la ambientación es impecable. Los visitantes son recibidos por guerreros vestidos de época, que hacen en los jardines torneos medievales, demostraciones de arquería y una exhibición de halcones entrenados para cazar. En su interior, el Museo de Madame Tussauds ambientó cada sala de esta fortaleza con muñecos de cera realizados a escala humana. Por ejemplo, al pasar por un sector el visitante viaja a 1417, donde los guerreros están listos para ir al campo de batalla.

Alrededor se pueden ver y escuchar los preparativos, y hasta se perciben los olores típicos de aquella época. Otros salones llevan la imaginación a siglos más adelante, representando escenas cotidianas como la Royal Weekend Party, un fin de semana con los lujos y las costumbres de la nobleza británica. En distintos salones hay gente de cera haciendo sus oficios, y quienes se animan a penetrar en el subsuelo y conocer el lado oscuro del castillo pueden pagar una entrada adicional e ir al calabozo.

Esta experiencia de 45 minutos viaja al año 1345 y combina actores en vivo y efectos especiales que reviven el pasado, se muestran instrumentos de tortura y hasta una ejecución. Por su contenido tenebroso esta atracción no permiten el ingreso de menores de 10 años.

El castillo abre todos los días, excepto en Navidad. Su recorrido tarda entre 4 y 5 horas. Desde Londres se puede llegar en auto, o en 1 hora 45 minutos en tren desde London Marylebone o Birmingham Snow Hill. También muchos operadores turísticos hacen tours por el día desde Londres.
www.warwick-castle.co.uk

fuente: La Nación

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