En una entrevista publicada por Buenos Aires.tavel, Gustavo Sgalla, periodista especializado en polo afirma:
"Muchos saben que el mejor polo del mundo está aquí. Pueden vivir una jornada muy descontracturada observando un partido en un club de polo, quizás hasta compartir la cancha con los jugadores y pasar un día de campo, o ir a la Catedral del Polo a disfrutar del torneo más importante a nivel mundial. Generalmente los turistas, mucho más que los argentinos, al llegar al campo de Palermo sienten que entran a un lugar único, como Wimbledon, donde van a ser testigos de un evento deportivo irrepetible".
De estas palabras surge la convicción en el valor de lo que se posee, premisa indispensdable para desarrollar un producto.
Todo producto.
El turismo receptivo, cundo no se trata de grandes atractores, como sol y playa, se nutre de diferentes vertientes, tal como hace Buenos Aires.
El polo es un deporte de elite pero le sirve a todo el mundo.
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