Ya sea que estés planeando llegar a este destino durante el próximo Mundial o que desees conocerlo una vez que la fiesta haya pasado, te recomendamos algunos lugares imperdibles.

Maracaná

Esta población a la orilla del Atlántico es el hogar del mítico estadio Maracaná (que significa ‘pájaro verde'). Todos los días de la semana se dan tours guiados por sus instalaciones. Los recorridos por el edificio conocido como "el templo de los dioses', construido en 1950, inician a las 9 de la mañana, excepto cuando se juega algún partido. Muy cerca del escenario deportivo se encuentra la estación del metro que lleva el mismo nombre.

Visita al cerro del Corcovado

Justo en la cima, a 710 metros de altura, se encuentra la famosa figura del Cristo Redentor, escultura de 38 metros. Para llegar a ella se aborda un pequeño tranvía que hace un recorrido de menos de media hora. Puedes apreciar la vegetación del Parque Nacional Tijuca y, si tienes suerte, un grupo de música en vivo irá amenizando la subida. Desde lo más alto se puede tomar una postal de la ciudad, la costa y la laguna Rodrigo de Freitas. El tren sale a diario desde la Rua Cosme Velho 513, a partir de las 8.30 de la mañana. El costo por adulto es de 30 reales.

Pan de Azúcar

Es el segundo peñón más alto del mundo, con 396 metros de altura sobre el nivel del mar. Se puede llegar a la punta escalando o a través de un paseo en teleférico, el más antiguo de Brasil, que parte desde la Praza General Tibúrcio en Urca. El servicio inicia a las 8 de la mañana y el costo por adulto es de 62 reales.

Las compras

Aunque en la ciudad hay varios centros comerciales, como el Downtown, en Barra de Tijuca; en la zona de Ipanema, tan sólo a unas cuadras de la costa, en la calle Visconde de Pirajá, se encuentra una serie de tiendas de marcas reconocidas y de souvenirs. Si quieres algo más típico, a lo largo de Copacabana y cerca de los sitios más turísticos encuentras los puestos de recuerdos como las remeras de la selección brasileña, pequeñas maracas y bolsas con imágenes del Corcovado. Uno de los mejores productos del país son los artículos de piel, por su suavidad, entre ellos los zapatos.

Gastronomía

El sazón brasileño está influenciado por sus raíces indígenas y la presencia de los portugueses. Lo más típico son los frijoles, el arroz y los cortes de carne, con naranja o plátano.

Se puede visitar la Casa da Feijoada para probar la auténtica comida carioca. La feijoada, por ejemplo, que es un estofado con carne de cerdo, jamón, chorizo y judías negras. También se puede pedir las gambas en leche de coco o pollo en adobo. El decorado es muy colorido y exhiben fotos antiguas de esclavos cocinando la feijoada. Dirección: Rua Prudente de Moraes 10B, Ipanema.

Bebidas

Salir por la noche es toda una aventura. Cerca de las playas y en el centro de la ciudad hay bares y lugares para bailar. Las caipiriñas, elaboradas con cachaza (licor obtenido de la caña de azúcar) combinadas con limón y azúcar, son las bebidas más típicas. Aunque en la actualidad hay variedades, como la de fresa o maracuyá, la fruta de la pasión, o las caipiroskas, que se preparan con vodka en lugar de cachaza. Un buen lugar para dar unos sorbos es el Bar do Mineiro, en el Barrio de Santa Teresa, en Rua Paschoal Carlos Magno 99.

Jardín Botánico

Fundado en 1808 es el hogar de la exótica fauna y flora del país, con más de ocho mil especies. Destacan las palmeras imperiales con cientos de años de vida y la zona del orquidario con más de mil ejemplares. Fue Declarado Patrimonio Histórico y Artístico Nacional y reconocido por la UNESCO como Reserva de la Biósfera. También está el Jardín Sensorial, para personas con discapacidad visual, y una de las colecciones de cactus más grandes del país. Calle Jardín Botánico, 920.

Playas

Las más representativas y concurridas son las de Copacabana (Horizonte Dorado), con cuatro kilómetros de extensión, e Ipanema, en una de las zonas más exclusivas de la ciudad. También está Arpoador, que apenas con medio kilómetro de longitud es la favorita de los cariocas para disfrutar de la puesta del sol. En Barra de Tijuca, la más larga (18 kilómetros), y Leblon los surfistas disfrutan de las fuertes corrientes. También Botafogo, animada frecuentemente con todo tipo de conciertos, y la tranquilidad de la playa de Vermelha.

Barrio de Santa Teresa

Reconocido como un refugio para los amantes del arte, en este sitio puedes encontrar una gran cantidad de galerías, bares, restaurantes, estudio, talleres y centros culturales como el Parque das Ruinas, una mansión de estilo neoclásico que presenta espectáculos de Jazz. Es tradicional sacarse una foto en las escaleras del convento de Santa Teresa, decoradas por el chileno Jorge Selaron para el Mundial de Fútbol de 1994, con azulejos de 60 países. Uno de los atractivos es el simpático tranvía amarillo que recorre sus calles.

Portal de América - Fuente: www.elpais.com.uy