por Ivan Comas Parra

Antes que nada. Roma no es una ciudad muy cómoda para viajar con un bebé en carrito, pero se puede hacer sin especiales problemas. Hay pocas indicaciones para moverse en transporte público y algunas estaciones de metro no están adaptadas y no disponen de ascensor, por lo que es mejor evitar las horas punta para moverse en transporte público por el centro. La mejor opción, si la economía lo permite, es coger un taxi.

Nuestro paseo por la Ciudad Eterna, que se balancea entre historia y leyenda, se inicia en el Circo Massimo, uno de los más característicos de la antigua Roma y aún en activo. En él puedes caminar o si lo prefieres correr. Es un lugar para darse cuenta de lo pequeño que te puedes sentir ante la antigua Roma. Muchas familias romanas se acercan hasta aquí para hacer un picnic. Subiendo por el Celio (bordeando el monte Palatino) se llega hasta el Arco di Constantino y el imponente Anfiteatro Flavio, el conocido Colosseo. La gigantesca estructura de travertino (se eleva hasta los 50 metros de altura) podía albergar cerca de 50.000 espectadores. Pasear alrededor del anfiteatro y visitarlo por dentro es una experiencia única para mayores y pequeños que quedará grabada en los ojos.

La ruta continúa accediendo por la Vía Sacra a Palatino, el lugar en el que Rómulo fundó la Ciudad Eterna (753 a. C.). Es a los pies de esta colina donde, según la tradición, Rómulo y Remo fueron encontrados por un pastor mientras una loba los amamantaba. Este parque arqueológico y urbano es ideal para huir del Sol, refugiarse bajo los árboles, beber agua fresca de sus fuentes, pasear por algunos de sus jardines y contemplar las ruinas de la Domus Augustana o el Foro Romano en todo su esplendor, por ejemplo. Un paseo que alimenta una sugestión romántica que emana directamente de la grandiosidad de los restos de una civilización de la que somos herederos. Otra opción si no se dispone de mucho tiempo es hacer el recorrido des del Colosseo hasta la piazza de Venezia por la Vía dei Fori Imperiali. Se obtiene una visión general de la antigua Roma imperial.

El descubrimiento de la ciudad arqueológica nos lleva, posteriormente, a visitar algunas de las principales plazas del centro de la ciudad, ideales todas ellas para que los más pequeños puedan correr y luego descansar tomando un helado de las clásicas heladerías romanas. Un recorrido que ofrece una muestra de la atmósfera romana auténtica. Nuestro paseo se inicia en la piazza Navona, surgida del antiguo circo Dominicano. Hoy es una de las plazas más elegantes y vivas de Roma. La plaza alberga tres espléndidas fuentes, pero destaca una de ellas, la de los Cuatro Ríos que representa el Ganges (Asia), Danubio (Europa), de la Plata (América) y el Nilo (África). Esta fuente es conocida por las familias romanas como la de los monstruos. La plaza está animada todos los días por numerosos artistas y actualmente es lugar de encuentro de muchos romanos, sobre todo en los fines de semana.

La Piazza Spagna sorprenderá a los niños por su imponente escalinata de mármol coronada por una iglesia. Se divertirán subiendo y bajando las escaleras y esquivando a los turistas a su paso. La plaza es especialmente bonita si está llena de gente y adornada con flores en primavera. Ubicada dentro de una pequeña plaza se encuentra la bella Fontana di Trevi. Se recomienda la visita tanto de día como de noche, y no puede faltar para los críos la ceremonia de lanzar de espaldas una moneda al agua. Todo un ritual.

Otra plaza para los más pequeños es la enorme área peatonal de la Piazza del Popolo. Tardaron en construirla tres siglos. Alucinarán con el obelisco egipcio que hay en el centro de la plaza y se entretendrán descubriendo las similitudes de las dos iglesias gemelas del siglo XVII.

Por último. Nuestro recorrido nos lleva a la piazza de San Pietro, obra maestra de Bernini, centro de la cristiandad mundial. Los ojos de los pequeños no darán crédito a la grandiosidad de la plaza, por la magnífica columnata que la rodea y por la majestuosidad de la Basílica di San Pietro (esta plaza acoge a millones de peregrinos de todo el mundo). Así como por las pilas de agua bendita que hay a los pies de la nave. También les gusta mucho la figura de bronce de San Pedro con el pie desgastado, la cúpula vista desde el interior, el enorme baldaquino de bronce, entre otros. Si tienen edad suficiente, no dejéis de subir a la cúpula. Hay que hacer un gran esfuerzo, pero la aventura y la vista que tendrán desde arriba será una de sus mejores experiencias en Roma.

Merecido descanso para la familia. Así que al día siguiente de este gran paseo por el centro, podemos dirigirnos hacia uno de los parques más bellos de Roma: Villa Borghese.  Es el parque principal de la ciudad y el más asequible al turista. Las zonas mejores para niños están en los alrededores de Porta Pinciana, donde se pueden alquilar bicicletas, ponis, barcos de remos o asistir al cine (Cinema dei Piccoli) para los pequeños. Es un magnífico lugar de esparcimiento al aire libre. Esta pequeña ciudad verde tiene también un zoo: el Bioparco, que acoge y protege más de 200 especies animales, incluso algunas a punto de extinción como el Lémur negro, el hipopótamo pigmeo, el monstruo de Gila y el Lycaon Pictus.

Si los pequeños están cansados de monumentos y preferís pasar la tarde haciendo algo para divertir a los niños, una buena opción es visitar Explora, situado cerca de Piazza del Popolo. El museo está pensado totalmente para los niños, aunque también es capaz de estimular a los adultos. Recrea una ciudad hecha a medida para los pequeños, donde todo se puede observar, tocar y experimentar. El recorrido, que se realiza en hora y tres cuartos, se divide en 4 partes: yo, sociedad, naturaleza y comunicación. Pensada para niños pequeños de 0 a 10 años.

Roma Pass
Se adquiere en cualquier oficina de turismo de Roma y de Italia, en todos los museos y monumentos colaboradores. La Roma Pass es una tarjeta turística que permite acceder gratis o con descuento a los principales lugares de interés y utilizar el transporte público de forma ilimitada durante 3 días.

Volar a Roma
El aeropuerto de Roma, junto al de Barcelona, son los dos hubs de Vueling. La compañía catalana empezó a volar a la Ciudad Eterna en abril de 2005. Para este verano, Vueling ofrece de cuatro a cinco frecuencias diarias conectando las dos ciudades mediterráneas.

Dormir en Roma
GowithOh! dispone de 389 apartamentos adaptados para el turismo familiar y repartidos por toda Roma. También podéis encontrar otros en 24 ciudades europeas. Ofrecen por ejemplo descuentos en actividades por la ciudad. Muchas de ellas son ideales para descubrir la ciudad de una manera diferente en familia.

Portal de América - Fuente: www.lavanguardia.com