Punta del Este: la ruta gastronómica. Las cinco zonas culinarias del balneario que deleitan el paladar de los visitantes
Domingo, 13 Enero 2013

Punta del Este: la ruta gastronómica. Las cinco zonas culinarias del balneario que deleitan el paladar de los visitantes
¿Qué hay para comer? Pizza a la parrilla, lasaña de siri, ojo de bife, spaghetti con salsa de frutos de mar, lenguado con polenta mediterránea, milanesas de seitán y chivitos. Si queda espacio, hay postre. En Maldonado hay de todo.  La gastronomía es un arte generoso con la humanidad, es el mejor ejemplo de cómo la cultura potencia a la naturaleza. Nada es más noble que la magia alquímica que gracias a la acción humana vuelve a los ingredientes alimento: la levadura convertida en pan y la leche en queso.
MINOR hotels - Cynsa 1250x115
Hotel 5to Centernario - 1250x115
Arapey 1250x115
1250x115 Nardone libro


Desde Punta del Este, por Ximena Alemán, El País



Sobre esa artesanía, hay voluntad, conocimiento y esfuerzo: la ciencia de resaltar los gustos, los aromas y las texturas para que cada pescado, fruta y verdura en cada plato tenga un sabor nuevo.

En pocas zonas de Uruguay esa sinergia queda tan en evidencia como en Maldonado. Para comprobarlo basta con pedir una plancha de mariscos, un salmón grillé o un atún apenas sellado.

En la península la mano de la naturaleza se destaca junto a la maestría de los chefs. Y todo para deleite de los comensales.

Así como en el vasto territorio de la cocina hay tendencias, en Maldonado hay zonas que se distinguen por el ánimo de su cocina, la carta que ofrecen, la variedad de platos y el ambiente que proponen.

El puerto convida con cartas internacionales, vista al mar y pescado fresco. La calle Pedragosa Sierra es el distrito de exclusividad por excelencia. La Barra ofrece variedad de ambientes, propuestas cálidas y profesionales. Un recinto de hornos de barro y comida casera se puede encontrar en Manantiales. Finalmente José Ignacio, entre médanos y fogones, abriga buenos paladares.

Recorrer las calles y pecharse con sorpresas queda a cargo de los lectores; a continuación solo presentamos algunas sugerencias e ideas generales para quienes deseen aventurarse por la ruta gastronómica de Punta del Este.

PUERTO. La terminal marítima marca no solo el nombre de la zona, también las cartas de los refinados restaurantes y hasta lo que van a buscar allí los comensales: pescados y mariscos.

La historia de la familia Marfetán en la gastronomía comenzó en La Paloma, pero desde hace cuatro años traza el rumbo de la tendencia gastronómica de Punta del Este abriendo las puertas de Lo de Tere.

"Somos los creadores de la Cocina de Punta del Este, le damos a la gastronomía delicadeza y tradición. Nuestros proveedores son todos de la zona", dice Gonzalo Marfetán, dueño del restaurante junto con su esposa, Elsa, y su hija María Elena, la chef del lugar.

El cangrejo siri es el plato que el comensal no puede dejar de probar, y el tradicional de la casa se llama Había una vez. "Es un filet de merluza gratinado con puerros y queso parmesano", cuenta.

Dentro del puerto y absolutamente renovados están apostados La Marea y Ártico: dos maneras de ofrecer excelente calidad. La Marea tiene una amplia carta que incluye pescados y frutos del mar pero también parrilla, que se puede disfrutar mientras se admira uno de los mejores panoramas de toda la península.

PEDRAGOSA SIERRA.
Hace 40 años, por la calle Pedragosa Sierra, los caballos transitaban hacia el restaurante Floreal a pedir el mismo plato: la brochette de lomo. Ahora, en general los autos que transitan la avenida son los más caros y la clientela ya no es la que cruzaba el monte para visitar a los abuelos fundadores del establecimiento.

La tercera generación de Floreal está a cargo del restaurante más viejo en la avenida más gourmet de Punta del Este y la plaza de comidas más selecta. Sus vecinos son el prestigioso restaurante PezAzul, el ambiente romántico de L`Incanto y la carta francesa de los distinguidos restaurantes LaBourgogne y LeTablaudeJeanPaul, ambos del reconocido chef galo Jean Paul Bondoux.

LA BARRA. "Es un nuevo concepto que se da por este lado, el de la parejita joven que empieza a cocinar", cuenta Karina Semirozun, también conocida como "La coneja".

Ella y Horacio González, más conocido como "El chancho" empezaron con un delivery en su casa que, con sacrificio, perseverancia y ayuda de los vecinos, siete años después convirtieron en Elchanchoylaconeja, un restaurante con toques rústicos, pequeñas velas y platos deliciosos.

Allí, bajo la batuta del chef José Shaw, quien este año regentea la cocina, conviven masas multicereal, platos vegetarianos y sin TACC y corderos y pescados bien preparados.

No todas las propuestas tienen esa calidez y originalidad, porque en La Barra lo que sobra es variedad. Para los más tradicionales, el restaurante Cactusy Pescados, en la bajada de la playa Bikini, ofrece un menú amplio, con variedad de pescados y carta de sushi.

Para los más curiosos está Alebrijes, una muestra de la gastronomía mexicana con picantes moderados y carnes vernáculas con toques aztecas.

MANANTIALES. "Me gusta mucho lo que le pasó a Manantiales", dice Ignacio García, uno de los fundadores de No me olvides, y con eso se refiere a "la placita gastronómica de buen gusto y estilo" en que se transformó el lugar. Su restaurante, devenido pizzería a fuerza de la clientela, en 12 años se convirtió en un clásico de pizzas a la parrilla exquisitas.

Hoy por hoy, Manantiales es un reducto gourmet, que esconde tesoros, como ElAbrazo, la casa-restorán del chef Federico Gasparri, con un ambiente muy cálido y personal y un mix de fuegos, cocina tradicional, parrilla y horno de barro, que se mezcla con el calor de los fogones que enciende en su patio. Gasparri dice que su carta es "sin pretensiones", pero aun si las tuviera, no defraudaría.

O la panadería y café La linda, un emprendimiento de Isabella Aquiliana, una joven de 21 años e impronta emprendedora, que decidió agasajar a los turistas con recetas de su madre y de su tía, y probar suerte en el balneario por segunda temporada consecutiva.

"Es un arte ver a los panaderos hacer pan", dice Aquilina, por eso en LaLinda la cocina es abierta y el pan de campo es la especialidad. Pero además hay pebetes, pascualinas, milanesas y chivitos, para destacar "los auténticos panes rioplatenses".

JOSÉ IGNACIO. El pueblito de pescadores con un faro ahora alimenta a los famosos que pasan por el célebre restaurante LaHuella, uno de los más solicitados y concurridos.

Allí los paladares son exigentes con la carta y también con el ambiente. Es que el tono de José Ignacio es particular. El público, habituado a la alta gastronomía busca sofisticación, pero además naturaleza, simplicidad y cierto minimalismo.

El restaurante Marismo combina a la perfección esas características entre los médanos de Arenas de José Ignacio: ambiente agreste, fogones, mesas amplias y una carta pequeña, de la que Federico Desseno, su chef y dueño, recomienda las papas rosti con salmón.

Jean Paul Bondoux tiene otro establecimiento en este balneario, el AlmacénelPalmar, que atrae a los clientes con decoración marroquí y una carta de platos peruanos, franceses y españoles y carnes. El recomendado de la casa es el couscous de cordero guisado con manteca de naranja.

Hasta acá esta ruta. Entre una punta y otra de la costa habrá otras muchas, que de seguro como esta dejarán en evidencia la grandeza de la buena cocina. Solo resta descubrirlas. Buen provecho. (Producción: Viviana Ruggiero)

LAS ZONAS

El puerto - Impronta internacional, pero con lo que caracteriza a la península: mariscos y pescados

Pedragosa - Lo más exclusivo. Para paladares finos y bolsillos generosos.

La Barra - Hay de todo, pero la tendencia a lo casero y rústico se destaca.

Manantiales
- Territorio gourmet e intimista. Cartas menguadas y sabores proficuos.

José Ignacio
- Entre médanos y fogones se come bien. Productos naturales y calidad


Portal de América - fuente: El País Digital

Escribir un comentario

Promovemos la comunicación responsable. No publicamos comentarios de usuarios anónimos ni aquellos que contengan términos soeces o descalificaciones a personas, empresas o servicios.