Verde que te quiero verde
Lunes, 01 Abril 2013
El transporte aéreo después del petróleo – La encrucijada verde, por Alejo Marcigliano. Buenos Aires, 2012. Fundación Proturismo/Ladevi. Dimensiones: 17 cm x 24 cm, 144 páginas. Impreso en blanco y negro, con tapas color. Precio (Argentina, Marzo 2013): $ 100. Calificación: 4 de 5.
Texto de Fernando Puppio en Publicaciones & medios
El petróleo es un recurso finito, más temprano que tarde se acabará. Ese día la aviación se habrá quedado sin su principal insumo: el combustible aeronáutico. La industria ya ha comenzado a prepararse para ese día, y de paso para soportar a la enorme cantidad de cantamañanas mediáticos despotrican día sí, y día también, sobre los factores perniciosos de la aeronáutica para con el medio ambiente. Ciertamente es fácil armar alharaca y difícil ponerse a estudiar el tema con serenidad, tener una visión global, y meditada de esta cuestión.
Afortunadamente existen obras como la de Alejo Marcigliano, que ponen luz en el asunto, y nos invitan a pensar. El análisis serio y reflexivo del autor de La encrucijada verde nos lleva conocer las posibilidades actuales y futuras de una industria del transporte aéreo más eficiente energéticamente, y por tanto más ecológica.
Marcigliano profundiza en el tema y no se queda en la superficialidad de los grandes anuncios de las petroleras, los fabricantes de aviones, las aerolíneas o los entes gubernamentales, a los que estamos acostumbrados. Capítulo a capítulo el autor estudia todas las aristas del asunto, comenzando por la industria petrolera, su desarrollo histórico y situación actual. Hay algunos capítulos realmente atractivos como el cuarto, donde se desarrollan las medidas reales y posibles de ahorro de combustible.
Son particularmente interesantes y esclarecedoras, aquellas partes del libro donde se toca el tema de los biocombustibles. El tema se trata con rigor y sin falsos optimismos, aclarando cual es la realidad, las posibilidades actuales y futuras de las variantes más ecológicas a los carburantes actuales. Porque una cosa son los vuelos de demostración, y otra la factibilidad de la producción a escala industrial de los biocombustibles aeronáuticos, a un precio competitivo y asumible por la industria.
Como no podía ser de otra manera, hay un capítulo dedicado a atender a las voces ecologistas, ya que son estas unas de las grandes promotoras del ruido de fondo que se oye cuando se trata este tema. Es destacable la definición que hace de este universo Marcos Burín en la entrevista que le hace el autor y que cierra la obra: “Los “ambientalistas” se dividen en 1) científicos preocupados por cualquier cambio que no esté bien estudiado y regulado por gente competente; 2) políticos que agitan eslóganes que no conocen, por motivos electoralistas; 3) gente común, sin conocimientos, que aprovechan el acceso a medios masivos de comunicación para exponer sus temores por las invasiones extraterrestres, por la venta de todos los productos que están en los supermercados, etcétera, etcétera… Obviamente solo se puede dialogar y discutir con los primeros…”
Por otra parte, hay que admitir que el único punto débil del libro quizás sea su brevedad. Las 144 paginas de este volumen saben a poco y se hacen cortas. Hay algunos temas donde se extraña una mayor extensión en el tratamiento que se hace de ellos, y no se entiende la necesidad de abreviar. En otros casos algunas ilustraciones adicionales habrían ayudado a comprender mejor de que se está hablando, especialmente cuando de diseños aeronáuticos se trata.
El tema es complejo y tiene tantas facetas, o más, como capítulos tiene el nuevo libro de Alejo Marcigliano. Esa complejidad y el devenir de los acontecimientos hacen que en palabras del propio autor, la obra no describa una foto fija del tema, sino un fotograma de una película en constante movimiento. Sin duda una obra necesaria para conocer de que estamos hablando cuando hablamos de operaciones ambientalmente amigables, y no liarse ni con propaganda comercial o gubernamental, ni con alegatos ecologistas más ligeros que el aire.
Portal de América - Fuente: www.gacetaeronautica.com





