Turismo y aeropuertos no crecen a la par
Martes, 31 Julio 2012
Un nuevo contexto turístico se vive en América Latina, por ello los aeropuertos de cada país de la región se están preparando para dar la talla y unirse al crecimiento y al desarrollo. América Latina ha pasado de ser un punto pequeño a toda una revelación en el mapa turístico mundial.
por María Cecilia Hernández Ocampo
Pero, ¿tiene la región suficiente infraestructura turística para responder al peso de la demanda? Y, teniendo en cuenta que la puerta de entrada a un destino es el aeropuerto, ¿están preparadas las terminales aéreas latinoamericanas para el tráfico que se vive ahora y el que se avecina?
Estos son algunos de los interrogantes que se plantean los principales actores de la industria turística de la región en la búsqueda de soluciones que permitan dar la talla.
Y no es para menos: basados en un crecimiento sostenido durante los últimos cuatro años, la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), pronosticó excelentes resultados cuando finalice el 2012 para el sector aeronáutico en Centro y Sur América.
Según IATA en 2012 el tráfico de pasajeros en la región crecerá un 7,2%; Chile y Perú serán los países más destacados con un ascenso del 7,8% en este rubro; Argentina y Colombia reportarán un desarrollo del 7,6%, el tránsito de viajeros en Brasil crecerá un 7,5% y un poco más por debajo de la media se ubicarán México y Ecuador con un 6,5 y 6,3%, respectivamente.
El mercado está rebosante de evolución y crecimiento, los ojos tanto de turistas como de empresarios e inversionistas ven en la región la tabla de salvación ante la crisis económica que sufren las grandes potencias.
Tal y como lo informó Alex de Gunten, presidente de la Asociación Latinoamericana y del Caribe del Transporte Aéreo (Alta), en los últimos cinco años las compañías aéreas de la región han invertido alrededor de US$50 billones en renovación de la flota; igualmente, la infraestructura hotelera se ha saturado la oferta; es decir, hay capacidad para atraer una cantidad superior de turistas.
“En términos de desarrollo del tráfico, América Latina es un punto brillante en la industria. El tráfico internacional en América Latina y el Caribe se espera que crezca a una tasa compuesta anual del 5,8% entre 2011 y 2015. Sin embargo, la región sufre de años de falta de inversión en infraestructura”, opinó David Stewart, director de Aeropuertos y Operaciones en Tierra de IATA.
Los peligros del atraso
Esta carencia que padecen los puertos aéreos latinoamericanos se puso en evidencia al tratar de responder al crecimiento turístico sin obtener resultados satisfactorios.
El representante de Iata explicó que “muchos aeropuertos en toda la región ya sufren de las limitaciones de capacidad, lo que significa que ya se encuentran al tope o exceden su capacidad de diseño. Las terminales deben ser ampliadas para hacer frente a un aumento del número de pasajeros. Además de los aeropuertos, sus propietarios y operadores necesitan adoptar nuevas estrategias de operación y tecnologías que pueden ayudar a aumentar la eficiencia de los activos físicos que ya tienen”.
David Stewart afirmó que entre los aeropuertos más congestionados de la región se encuentran Sao Paulo Guarulhos, el de Buenos Aires, el de Antigua, el aeropuerto de Caracas, Eldorado de Bogotá y el Benito Juárez de Ciudad de México.
Según explicó Rubén Wertheimer, presidente de la Conferencia de Ingresos para Líneas Aéreas (Cila), la falta de infraestructura aeroportuaria trae consecuencias muy negativas. Según el experto “en este momento hay un desfase entre la demanda y la oferta y necesitamos que en los años venideros esa brecha disminuya, sobre todo porque estamos atentos a dos grandes eventos, el Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos que, si bien son en Brasil, creo que involucran a toda la región”.
Wertheimer mencionó que la mayoría de los inconvenientes que se generan a partir de las falencias de las terminales aéreas los sufren las aerolíneas y los usuarios, por embotellamiento en las salas de espera, en las pistas y en la entrega de equipajes.
“Están apareciendo más actores en el mercado y los que ya estaban están incrementando la frecuencia, la flota, los destinos; eso se ve claramente en los reportes de Boeing y de Airbus. Se dificulta la operación, hay peleas entre líneas aéreas por el uso de los hubs, por conseguir los mejores horarios, las mejores frecuencias y las mejores conexiones, por tener una buena ubicación y mejores gates para tener acceso a todos los servicios de los aeropuertos”, asegura el presidente de Cila.
Otras consecuencia de este retraso físico y tecnológico, opinan los expertos invitados, es el sobre costo que deben asumir las aerolíneas y, en consecuencia, los usuarios: al momento de despegar o de aterrizar se presentan congestiones en las pistas, falta espacio y los aviones deben sobrevolar a la espera de su turno o permanecer con los motores encendido durante la fila para el despegue.
Este hecho resulta en un mayor consumo de combustible, mayor contaminación por el mismo combustible, mayores gastos para las empresas aéreas y, finalmente, se refleja en el costo del pasaje.
Infraestructura renovada
Al poner en evidencia esta situación, los aeropuertos de las principales ciudades latinoamericanas vieron la necesidad de cambiar y crecer. Vienen sufriendo procesos de ampliación, re diseño y adecuaciones con miras a satisfacer las necesidades de este nuevo contexto turístico.
Finalizando el 2011, por ejemplo, el ministro jefe de la Secretaría de Aviación Civil de Brasil, Wagner Bittencourt, anunció la reforma de ocho de los 13 aeropuertos de ese país con una inversión de US$3.800 millones. Según aseguró el funcionario, las obras estarán terminadas antes de que inicio del Mundial de Fútbol.
En abril de este año, la concesionaria Aeropuertos Argentina 2000, informó una inversión para 2012 de US$173 millones en tres aeropuertos del país gaucho, en ciudades clave para el turismo suramericano, entre ellas, Bariloche.
Por su parte, ante el “constante colapso del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez de Lima”, Perú, se han estudiado las posibilidades de ejecutar inversiones consistentes en ampliación de las instalaciones físicas e implementación tecnológica. Así lo señaló el ministro de Transportes y Comunicaciones de ese país al anunciar la construcción de una nueva terminal aérea internacional en Cusco que demandará una inversión de US$500 millones.
Asimismo, el Aeropuerto Internacional de El Salvador ha anunciado su reestructuración. Según Alberto Arene, presidente de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) de ese país, en la terminal aérea de la capital se hará un proceso de transformación, rehabilitación, modernización y optimización de las instalaciones. Este proyecto tendrá un costo de US$72 millones.
Inversión privada
Otro caso muy sonado por estos últimos días es el del Aeropuerto Internacional Eldorado de Bogotá, Colombia, donde recientemente se entregó parte de una de las más grandes obras ejecutadas en materia aeroportuaria en el país: la Terminal 2.
Esta inversión ha tenido un costo, hasta ahora, de US$580 millones, sin contar gastos de operación y mantenimiento, afirmó el gerente de la concesión Eldorado Opain, administradora de la terminal aérea, Juan Pulido. Además, esta fue una iniciativa que corrió por cuenta de cinco empresas privadas, sin participación alguna del Estado colombiano: Grupo Cóndor, Hermanos Solarte, Termotécnica, Odinsa y Marval.
Con respecto a esta tendencia de crecimiento jalonada por el sector privado, el funcionario de IATA, David Stewart, declaró que “sin grandes inversiones en nuevas infraestructuras aeroportuarias, es difícil ver cómo este crecimiento se puede acomodar a la actual demanda. La privatización de los aeropuertos principales de la región, ofrece una nueva oportunidad en algunos países para financiar las mejoras de infraestructura necesarias. Pero, como industria estamos ansiosos de que estos desarrollos apoyen el crecimiento integral del negocio de la aviación en la región”.
Para Stewart, es importante que las privatizaciones respeten los intereses de todas las partes interesadas y que la comunidad de usuarios de las aerolíneas efectúen un papel formal en el proceso. “Muchas privatizaciones llevadas a cabo durante la última década dieron lugar a fuertes aumentos de tarifas aéreas, pero poco aumento correspondiente en la capacidad o la eficiencia”.
Es claro que las terminales aéreas de la región han entendido el reto que deben enfrentar de cara al nuevo y creciente contexto turístico que vive Latinoamérica; las recientes inversiones en infraestructura física y tecnológica así lo confirman, pero aún tendrán que someterse a evaluación en la práctica para establecer qué tanto se ha cerrado la brecha entre la demanda y la oferta.
Portal de América - Fuente: www.gerenciadeviajes.com





