por Lluis Mesalles, Nuestro Turismo, desde España
Esta situación puede parecer a primera vista, poco eficiente. Pero permite destacar la singularidad de cada territorio, con sus propias ofertas, sus atractivos más destacados y las peculiaridades geográficas y culturales que las distinguen. De algún modo, dentro de cada país, los organismos regionales compiten por conseguir la atención del viajero, implantar su propio mensaje en la mente de los consumidores, y tratar de alcanzar los mejores resultados sociales y económicos en sus territorios.
No tienen Ministro ni Ministerio, pero las cosas funcionan. Es curioso constatar como los países que SI tienen Ministerio y Ministro, no son los que consiguen atraer más viajeros. Es la prueba que los viajeros van donde gustan ir, y que lo importante es la economía privada, que arriesga su capital y pone su esfuerzo en atraer y satisfacer correctamente a los forasteros procedentes de otros lugares.
Pocos son los Ministros de Turismo que saben de turismo, muchos los que hacen turismo, aprovechando su cargo y su posición. Es una alegría para estos funcionarios inaugurar obras vistosas, participar en congresos internacionales, y codearse con colegas paseando en ambientes distintos.
Recientemente, hemos sabido del nombramiento de un tenaz y preparado empresario del turismo para ocupar el Ministerio en Perú. Un país con una oferta turística muy potente, en progresión ascendente. Un destino atractivo, con una gastronomía exquisita, artesanía y folklore singulares. Para el Perú, el nuevo Ministro, eficaz y claro en sus ideas, sin ideologías políticas ineficaces, auguramos nuevos éxitos, que seguro beneficiarán al país y a toso sus habitantes.
Todos a trabajar para el turismo.
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