La ciudad de Manta, o antigua Jocay, existía ya como pequeño puerto de pescadores cuando llegaron los españoles a principios del siglo XVI. Su privilegiada posición en la costa del océano Pacífico, en la desembocadura de un pequeño río, posibilitó su actividad pesquera y su comercio marítimo. En la actualidad es un centro de comercio y exportación, que ha sido reforzado con la construcción del puerto en los años 60, generando nuevas actividades que la convierten en la capital económica de la provincia de Manabí. En la actualidad cuenta con 226.477 habitantes y una población flotante aproximada de 30.000 personas que en conjunto marcan un movimiento económico activo, atrayendo a turistas y nuevos residentes permanentes.