Desde 1999 se viene hablando de construir un tren de alta velocidad en Extremadura la región más pobre de España que se une a través de la región portuguesa de Alentejo, también la menos rica del país vecino y que uniría las dos capitales de la Península Ibérica.

La amenaza por parte de PSOE y Sumar de reducir el número de vuelos domésticos en España tiene a los aeropuertos en busca de soluciones rápidas para sustituir dichas rutas. La alta velocidad es, sin duda, la mejor alternativa, por lo que muchos de ellos están pidiendo celeridad en su llegada.

La Comisión Europea considera "preocupante" que el Gobierno francés quiera aplazar hasta 2042 el desarrollo de la conexión de alta velocidad con España por el corredor Atlántico y espera que reconsidere ese calendario, porque cree que sigue siendo posible cumplir con el objetivo de culminar el proyecto en el horizonte de 2030 tal y como se contempla en la red transeuropea de transportes de la UE.

El tren de alta velocidad está poco a poco devorando al avión en aquellos corredores nacionales en los que ambos medios de transporte compiten. Según los datos de la patronal de líneas aéreas (ALA), mientras que en el primer trimestre de 2019 los pasajeros que optaron por el avión para viajar en las rutas de Barcelona, Alicante, Málaga, Valencia y Sevilla rondaron los cuatro millones, en el mismo periodo de este ejercicio han caído en picado, más de un 75%, hasta los 922.050.