por Daniel Romagnoli, desde Miami
Pero veamos, el fabricante ha tomado como base el actual MINI de 3 puertas, por lo que no se trata de un modelo específico con una plataforma pensada para poder albergar una versión 100% eléctrica, de ahí que por ejemplo, hayan aprovechado el espacio dejado por la transmisión, motor térmico y depósito de combustible.
Bajo el capó se esconde el motor eléctrico de 135 kW/184 CV manteniendo el mismo sistema de tracción simple delantera, siendo su imagen casi la misma, aunque su altura es 18mm más alta respecto al modelo de combustión interna, pues en su piso aloja la totalidad de las baterías que ocupan doce módulos para entregar una autonomía de 110 millas de rango, lo que a nuestro criterio es bajo, y esto lo muestra con debilidad potencial frente a otros productos de la industria en su segmento que ofrecen una mejor autonomía.
El tiempo de recarga anunciado es de 2 horas y media si la estación de recarga es de 11Kw, o de 30/45 minutos si lo es de 50Kw.
Su interior es amplio para cuatro adultos, aún cuando su acceso a las plazas traseras amerita de una gimnasia particular al introducirse. Dispone de elementos distintivos propios de un vehículo eléctrico que se marcan con un color amarillo fuerte que lo identifican como tal. En su habitáculo, el gran cambio reside en la instrumentación digital con pantalla de 5,5 pulgadas, y nos llamó la atención el protector plástico en su vano motor que oculta su verdadera identidad para quien no conoce en detalle que su propulsor es eléctrico y no convencional.
Con puntos a favor y en contra, como todo, destacamos un andar excepcional y tal vez el mejor precio beneficio en su clase.
Su precio en el mercado americano comienza a partir de U$S 29.900.







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