Pues si, Mercedes presenta la última serie del C en cuatro paquetes de carroceria, Berlina, Coupe, Estate o Wagon y el Cabriolet, que es la unidad que probamos esta semana.
En su interior elegancia y tecnología es lo que sobra, detalles conocidos y mejoras, como es el caso de la nueva pantalla táctil con control de botonera integrados al volante desde donde se opera la unidad, y estilos de visualización del panel de instrumentos según el modo elegido, ya sea Clásico, Sport o SuperSport.
Tecnología aplicada y proveniente de la competición es lo que ofrece Mercedes en cuanto a seguridad, con airbags hasta para las rodillas del conductor, sistemas de frenos inteligente, alerta de cansancio y detector activo de cambio de senda, y cuenta ademas con el AMG TRACK PACE que entrega el registro de datos en el terreno, lo que ofrece al conductor información ampliada sobre las variables al momento de la prueba o circulación, motrando más de 80 datos como temperatura del suelo o pista, aceleración constante, trayectoria, etc,etc, evidente desarrollo proveniente del equipo de competicion de la marca.
Su impulsor es un V8 Biturbo de 4.0 litros con 510 caballos de potencia y un torque de 516 libras entre las 2000 y 4.500 vueltas, lo que literalmente nos pega contra el respaldo de la butaca, en tanto su caja de velocidades es una AMG SPEEDSHIFT MCT de 9 velocidades con embrague húmedo para una mejor y mas rápida respuesta al arranque.
Sistema de amortiguación adaptativo regulable automáticamente, lo que favorece el andar sobre cualquier superficie.
Su imagen exterior rediseñada lo ubica como un agresivo y respetado convertible al que como ya hemos dicho, bien se lo puede llevar a la próxima funcion de gala o sacarle el máximo de su potencial en el circuito más exigente.
Tanta belleza se puede retirar con sólo desembolsar U$S 95.950 para la unidad probada.





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