por Daniel Romagnoli, desde Miami
Con silueta impactante e importante presencia, deja su huella al paso de quienes lo miran, y ni que decir de aquellos que lo viven desde su habitáculo. Pensado para una comodidad total en su parte trasera, acomoda con sobrada exigencia al más pretencioso personaje, pues con asientos traseros individuales reclinables, panel central de comandos, cortinas de media sombra y todos los sistemas de conexión y entretenimiento, el A8 L es lo más parecido a una cabina de primera clase de la aerolínea más sofisticada.
Para quien conduce, AUDI pone todo para que nada falte, potenciando el A8 L con un V6 de 3 litros y 335 caballos de potencia con 369 libras de torque y una caja de 8 velocidades Tiptronic, y por supuesto, tracción Quattro que afirman al piso toda la anatomía del enorme y largo A8, sin vicios aún en piso húmedo. Dispone además del sistema MHEV, que es un propulsor híbrido eléctrico casi imperceptible, con el que puede circular desacoplado del motor de combustión, con lo cual su rendimiento es de 19 millas por galón de combustible en ciudad y hasta 29 en autopista.
Un verdadero auto de alta gama como decimos al comienzo de esta nota, que compite entre los grandes sedanes del mercado marcando su precio base en los U$S 83.800, mientras que para la unidad probada su MSRP (precio sugerido por el fabricante) es de U$S101.095.




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