por Daniel Romagnoli, desde Miami
Ya conocido y comentado en anteriores entregas, pues todas las versiones las hemos tenido ya para evaluación, siendo este paquete el que nos faltaba.
La unidad que estamos probando es un convertible con potenciación Abarth y caja automática secuencial, y este punto es precisamente el que nos parece más flojo, ya que en modo automático la respuesta y reacciones son lentas al requerir potencia, por cuanto lo llevamos manual.
Lejos está de ser lo ideal para esta versión al equiparlo con esta caja para la potencia que entrega el auto, pero claro, es un producto enfocado al mercado americano.
Su interior es más bien un 2 + 2, donde con las butacas delanteras retraídas, la habitabilidad en las plazas trasera es casi nula, al igual que su porta maletas.
El techo retráctil de lona se pliega en 3 secciones, siendo eficiente y rápida su respuesta para su operación, y con la opción totalmente abierta es muy agradable la circulación, pues no molestan ruidos ni silbidos externos, pudiéndose dialogar y escuchar el sistema de audio disfrutando a pleno cielo.
La propulsión es el conocido 4 cilindros de 1.4 Litros Turbo de 160 caballos de fuerza, y con una caja de 6 velocidades de la que ya hemos dado nuestra opinión.
Naturalmente, su rendimiento se muestra favorable dada su relación peso/potencia, entregando unas 27 millas por galón de combustible combinando ciudad y autopista, aunque claro, dadas las dimensiones reducidas de su tanque de combustible, las visitas a reponer el mismo son frecuentes y hasta incómodas.
Su precio para el mercado americano es a partir de U$S 21.990 en adelante según paquete y opciones elegidas, siendo de U$S 28.600 para la unidad probada.
En suma, el 500C Abarth es un muy buen regalo para hacerse, pero atención que no por pequeño hay que facilitarlo, pues los 160 caballos de potencia merecen respetarlo.






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