por Daniel Romagnoli, desde Miami
El motor eléctrico es suficientemente capaz de mover con soltura al BMW 330e a velocidades bajas, está pensado para un uso urbano, dónde el auto ha conseguido superar unas 30 millas durante nuestra prueba. En cambio en autopista el rendimiento totalmente eléctrico baja al requerimiento de mayor velocidad y por ende mayor consumo. Las reacciones de aceleración y velocidad final lo ponen al 330e en muy buena ubicación ya que vence su inercia desde cero como uno de sus mayores, y su reprise aún a velocidad constante es muy satisfactorio. La batería de 7,6 kWh de capacidad puede recargarse completamente en unas tres horas utilizando el cable estándar y conectándolo a una toma de corriente doméstica . Este tiempo se reduce en los puntos de recarga rápida.

También es posible recargar la batería en movimiento, aprovechando la energía recuperada durante las desaleraciones o empleando el motor de combustión a modo de generador.

Ofrece varias funciones que permiten seleccionar cómo se quiera que opere el sistema a través del botón específico eDrive situado junto a la palanca de cambios.

Desde ese pulsador se pueden elegir tres modos diferentes: Auto eDrive, Max eDrive y Save Battery. Con el primero de ellos, que es en el que arranca por defecto el BMW Serie 3 híbrido enchufable, el sistema se encarga de gestionar automáticamente los motores de la forma más eficiente, pudiendo llegar a circular a velocidades de hasta 80km/h empleando únicamente electricidad como fuente de energía. Activando el modo Max eDrive, priorizarás el uso del motor eléctrico y, siempre que la carga lo permita, podrás alcanzar velocidades de hasta 60/75 millas usando solo el propulsor eléctrico , pero claro y como deciamos antes, el consumo de energia a velocidades altas es limitante.
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