por Daniel Romagnoli, desde Miami
La primera impresión es el impacto que causa su linea y figura, coupe estilizada de segmento trasero en suave caída incorporando alerón aerodinámico rebatible en fibra de carbón y cuidada terminación para canalización de aire en la línea inferior del auto, donde se muestran cuatro salidas de escape que de verlas y escuchar la música de los mismos ya nos indica que estamos frente a un auto de los que nos gusta manejar.

La parte delantera nos avisa de solo mirar el capot del auto, que bajo el mismo, el corazon del “F” es un poderoso V8 de 467 caballos de potencia con 389 libras de torque que despegan con furia y rabia cuando se lo pide, cambiando mediante una caja de rápida respuesta con 8 velocidades automático y manual con paddle shifters. Diferencial Torsen y frenos Brembo con generosos discos en las cuatro ruedas, hacen que tracción y poder frenante sea realmente fantástico. El rodaje es mediante llantas de 19 pulgadas de diseño aptas para evacuación de temperatura de frenos, teniendo tomas de aire delanteras y salidas del mismo para enfriamiento.

El auto a velocidades altas genera seguridad en curvones rapidos, sin embargo en retomes y curvas cerradas se comporta neutro y responde a lo que el conductor le pide sin mostrar vicios aún exigido , esto por lo mencionado antes, el auto tracciona bien, frena bien y acelera mejor.

Su interior es un deleite de buen gusto combinando lo deportivo con elementos propios de un vehículo para uso diario, buenas butacas de excelente fijación, un volante de agradable grip, consola central con todas las ayudas al conductor y un andar si bien propio de un auto que debe contemplar tanto lo rigido para una conduccion deportiva, como suave y cómodo para un uso diario.

Esta belleza con el paquete de opciones en su totalidad, se puede llevar mediante casi $80.000 más impuestos y gastos de ubicación.
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