por Daniel Romagnoli, desde Miami
Sabido es lo difícil que es conjugar diseño y realidad cuando de un automovil de techo duro se pasa a la estructura de un convertible. Por eso y por lo general aquellos vehículos nacidos con techo no logran el mejor resultado en su versión abierta.

El Bettle por siempre se caracterizó por simpatía y rendimiento, y la última versión continúa ese camino, divertido, simpático y de juvenil estampa. La imagen proyectada está orientada a un aventurero del desierto, donde no hay dunas ni nada que se interponga. Elevada suspensión y estructura reforzada le dan al Bettle Turbo Dune un aspecto de imparable ante cualquier escollo. En su interior materiales y combinaciones propias de una propuesta informal y descontraida orientan a un estilo de vivir la vida a plenitud.

La planta motriz conocida y probada es el TSI cuatro con Turbo de 1.8 litros que arroja un rendimiento de 33 mpg con 170 caballos y 184 libras de torque.
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