por Daniel Romagnoli, desde Miami
La investigación, que realizó análisis toxicológicos a 638 conductores fallecidos (de un total de 1.126), demostró que la mayoría (66,9%) dio positivo en alcohol, siendo aún la principal causa humana de accidentes mortales en las carreteras de España.
En cuanto a las drogas, un 31,64% de las víctimas analizadas habían conducido bajo su influencia antes de morir. Las más comunes fueron cocaína (49,4%) y marihuana (43,6%). Siguiéndoles, un 13,7% había consumido opiáceos y las anfetaminas representaban el 2,3%.
Según el informe del Instituto Nacional de Toxicología, el perfil más frecuente entre los conductores fallecidos era el de hombre entre 25 y 55 años que había consumido alcohol.
En cuanto a los peatones, el 46,3% dio positivo en alguna de estas sustancias. El alcohol es peligroso incluso cuando no se conduce, dado que merma considerablemente la capacidad de reacción y los músculos tardan más en tensarse por reflejo cuando el cerebro se da cuenta de que habrá un golpe inminente.
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