por Daniel Romagnoli, desde Miami
El verdadero corazón de la máquina se denomina ´Cooperizer´ y está en el centro del vehículo para formar la unión entre el hombre y la máquina. Este centro neurálgico del Mini Vision Next 100 es un dispositivo circular que se comunica con nosotros con cambios de color.
El Cooperizer también nos ofrece la oportunidad de probar los modos de conducción de otras personas, desde amigos y familiares hasta famosos y visionarios creativos. Al final, entre un viaje y otro, el Vision irá por sus propios medios hasta un centro de servicio, donde lo dejarán limpio y bien cargado para un nuevo conductor.
Por fuera, el Mini Vision Next 100 se inspira en el clásico diseño de los modelos de la firma al situar las ruedas en las esquinas para conseguir una experiencia de conducción mejorada. Su delantera es transparente para aumentar la sensación de libertad y amplitud y un proyector emite imágenes en el campo visual para una conducción más dinámica.
Dentro, un espacio inteligente y bien aprovechado da la posibilidad de desplazar el volante y los pedales a la izquierda o derecha para crear así un vehículo flexible...
En definitiva, una movilidad urbana más eficiente, mejor gestionada para estar disponible siempre y en todo lugar y personalizable; conectada en todo momento, usando una tecnología adaptable a las personas, que aprenda de ellas y con apenas impacto en el medio ambiente gracias a la fabricación con energías renovables que den la posibilidad de un reciclado sin emisiones.
¿Será el próximo nivel del transporte personal urbano?
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