por Sergio Antonio Herrera, desde San Sebastián, España @DelPDA
ORIO
Saliendo de San Sebastián por la costa guipuzcuana, llegamos a Orio. Una vez allí, nos encontramos con un pueblo de gran tradición pesquera. Caminamos por sus callejuelas estrechas, para conocer más sobre esta localidad, paseando hasta la playa de Antilla, la principal; y la de Orizabar, algo más pequeña. Disfrutamos de la brisa marina mientras nos deteníamos a contemplar el paisaje de ese enclave único en el que se unen mar, río y montaña.
Calle principal de Orio, Negusia , por donde bajaban los pescadores de ballenas al divisarlas desde esta especie de atalaya.
GUETARIA
Posteriormente llegamos a Guetaria, cuna del diseñador Balenciaga y Juan Sebastiàn Elcano. Transitando sus calles, y entre pintxo y pintxo llegamos a la costa acantilada. Al alcanzar la playa de Malkorbe nos detuvimos a contemplar el paisaje. En el mar viendo una pequeña isla, nos giramos y fuimos testigos de cómo Guetaria escala tierra arriba sobre la costa y allí apreciamos fascinados, que estas playas vieron nacer al mismísimo Juan Sebastián Elcano.
Le hicimos caso a Begoña, nuestra guìa, y mientras ella iba a buscar el coche, en el puerto de Guetaria, nos pedimos un Txacolì (un vino blanco de la zona, exquisito) y unas Gildas, que son unos pinchos en base a anchoas y ajìes que...deliciosos!
SAN TELMO
El tercer destino del día fue la playa de San Telmo, también conocida como Itzurum, paseamos por su orilla para descubrir un excepcional ejemplo de Flysch. Las facies rocosas se combinan con la montaña para convertir a San Telmo en un lugar geológico único.
DONOSTIA o SAN SEBASTIÀN
Lo primero que uno ve al subir por el funicular a la cima del Igeldo, la bahìa de la Concha y a la izquierda la playa del mismo nombre y a la derecha Ondarreta.
Vista posterior desde el Monte Igeldo en San Sebastiàn
El peine del viento, la legendaria obra de Eduardo Chillida que dicen peina al viento para que entre a San Sebastiàn
El cogote de merluza donostiarra, regado con Albariño helado y despuès para matizar, un buen arroz con leche como los de la vieja, cuando éramos chicos.
Pròxima etapa, la francesa Biarritz, mañana les contamos.
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