Las Pitiusas; Barcelona y Sitges
Martes, 22 Agosto 2017

Las Pitiusas; Barcelona y Sitges

El tiempo pasa...y nos vamos poniendo...más remolones (viejos jamás!!). Las etapas han sido tan intensas que cuesta sentarse ante el teclado a escribir. Esta crónica la estamos enviando desde Perpignan, Francia, adonde llegamos la noche del lunes 21 luego de una espectacular jornada que incluyó Gerona; Figueres y Cadaqués, acerca de la cual más adelante, en algún otro respiro del itinerario les contaré. Ahora quiero compartir con ustedes la experiencia de las Pitiusas, las impresionantes Ibiza y Formentera. Como ya he dicho en Facebook, confieso que Ibiza me ha quedado muy grande. Es un verdadero atentado al buen turismo llegar allí y quedarse apenas dos días. Lo recomendable es un mínimo de una semana para vivir a pleno esta maravilla mediterránea. Si bien -sin ser nada del otro mundo- el Hotel Ryan La Marina, ubicado dentro del mismísimo puerto es uno de los más caros de todo el viaje (165 euros la noche sin desayuno), no nos arrepentimos de la elección. Para una estadía tan reducida como la nuestra, ese punto es ideal.

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por Sergio Antonio Herrera, desde Perpignan, Francia - @DelPDA

 

 

 

Las Calas de Ibiza y San Antonio

Cala Conta

San Antonio

 

El lugar preferido para el Sunset

 

El viernes 18 debíamos estar en el aeropuerto de Ibiza a las 16.30 para abordar el vuelo de Vueling hacia Barcelona que debía partir a las 18.30 (salió a las 0.30 del sábado...) entonces lo que nos quedaba era realizar una rápida visita a lo más posible. Así lo hicimos, contratamos un taxi y nos tocó en suerte Javi, un ibicenco genial que nos llevó en menos de una hora y media a recorrer distintas calas y San Antonio (80 euros marcó el taxímetro), uno de los lugares más "movidos" y recomendables de la zona. Veremos a continuación un video que muestra Cala Conta (Comte, en catalán), un reducto de ensueño.

 

 

Formentera

Es obligatoria esta excursión. Hay distintas modalidades para hacerla. Elegimos una que combina el cruce en ferry hasta la isla y desde allí en bus, en primera instancia a la playa Pujol y luego a Migjorn, El Arenal. Apenas unos grados más frías, pero igualmente transparentes y disfrutables que las del Caribe, son las aguas de esta maravilla natural. Pagamos 55 cada ticket a lo que debimos agregarle 15 euros por cada almuerzo

Barcelona

Luego de más de seis horas de espera en el aeropuerto con cero información por parte de Vueling, el operador del vuelo e Iberia, a quien le compramos el ticket, salimos en un poco recomendable Airbus 320 (ruidoso por demás tanto el despegue como el aterrizaje, con ese ruido tan estresante parecido a un serrucho; asiento con el respaldo vencido a tal punto que casi termino en trifulca con el pelado que iba sentado detrás mío. Luego de pasar la puerta de embarque estuvimos casi una hora para abordar, dado que no fuimos a una manga y debíamos ser transportados a la aeronave (más bien lo que quedaba de ella) en bus. Según nos dijeron, había tres buses para toda la pista, lo cual me hace rectificar el concepto de la primera crónica sobre Ibiza y decirles que NO todo está bien.
Llegamos a la capital catalana y nos trasladamos en taxi al Hotel Cuatro Naciones en la rambla, como va dicho a poco menos de 200 metros del lugar donde terminó el raid trágico de la furgoneta del atentado el jueves 17. Entramos a la habitación a las 02.30 AM.
El sábado 19 recorrimos el lugar de los hechos y produjimos el reporte que fue publicado el domingo.
Nos encontramos con nuestras sobrinas Paola, que vive en Madrid y vino de visita a Barcelona con su hijo Mateo y Ana Laura su hermana, quien vive en Montevideo y está de vacaciones por aquí (se alojaron en El Masnou); y con Nella, quien vive en Barcelona. Todos juntos iniciamos un recorrido por el Paseo Marítimo y luego nos fuimos a almorzar al Barrio Gótico. Finalmente, al final de la tarde, llegamos a las cercanías del aeropuerto de El Prat a recoger nuestra C4 Picasso, comprada por leasing en Montevideo al buen amigo Luis Beltrame, quien además, nos diseñó con lujo de detalles todo el itinerario europeo. Ya con movilidad, la cena la hicimos junto al mar en El Masnou.

Sitges

La idea en principio era recorrer hasta Tarragona pero con el itinerario acotado, decidimos ir solamente hasta Sitges (Casteldefels ya la conocíamos). Como suponíamos, en un hermosísimo destino de vacaciones este enclave característico del turismo de la comunidad LGBT. Situada a escasos 38 kilómetros de Barcelona, es una localidad de la comarca del Garraf, de la comunidad autónoma de Cataluña. Almorzamos en un restaurante de la costa, un menú que incluía entrada, plato principal y postre por 19 euros.

 

 

Parque Guell

Una de las máximas atracciones de la capital catalana y una multitud vistándolo en la jornada dominical.

 

Y nos fuimos al Camp Nou

Ver video

A pesar que ya no estaba Neymar y que Suárez está lesionado, la idea de ver un partido de la Liga española siempre estuvo en uestra mente y hasta el momento no la habíamos logrado realizar. Ana Laura que es muy futbolera, había ido el sábado al estadio del Barca a la visita guiada y allí se enteró que habían localidades disponibles por 77 euros. Habíamos visto por la eb el día anterior precios que superaban los 300 y los 400 euros y nos habíamos hecho a la idea que no iríamos tampoco esta vez pero, se dio. Realmente, sea uno aficionado o no a este deporte, es una visita que hay que hacer. Es toda una experiencia totalmente disfrutable y a estas alturas, lamentablemente envidiable para quienes vivimos en Uruguay o mejor dicho, en el Río de la Plata o si lo prefieren, en América del Sur. Ver familias enteras llegando totalmente vestidos de blaugrana es un espectáculo formidable. Nos tomamos el metro en la rambla, en Liceu y nos bajamos en Palau Reial. Comprobamos que estamos muy bien físicamente ya que llegamos a nuestra ubicación junto a San Pedro, en el cielo sin agitarnos. La corrección del público, el sentido homenaje y el respeto al silencio de estilo para homenajear a las víctimas del atentado fue conmovedor. Cuando aún no había abierto el marcador el Culé, el único salto por fuera de lo correcto fue la arenga de los ultra "a meter un poco más de huevo". Cada vez que Messi tomaba contacto con la pelota empezaban las exclamaciones y al finalizar la jugada, un estentóreo "Meeesssiiii, Meeeessssiiii", se dejaba oír. Ganó el Barca 2 a 0 pero, esta vez, fue lo de menos. El match terminó pasadas las 22 y antes de 22.30 estábamos en el hotel...

Portal de América

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