por Sergio Antonio Herrera, desde el Mar Caribe
El tiempo de escala no habilitaba para hacer mucha cosa por lo tanto optamos por bajar del crucero con la idea de contratar un viaje en taxímetro (las excursiones que venden a bordo además de caras, no ofrecen la posibilidad de las tres cosas que nos interesaban: la cascada del Río Dunn, pasar por el centro y hacer playa.
Apenas salimos del puerto nos abordaron ofreciéndonos una excursión que hacía precisamente lo que queríamos y costaba 30 dólares por persona y nos subimos al micro.
No nos dijeron que para entrar al parque donde está la cascada había que pagar 20 dólares más cada uno y tuvimos que aplicar el "yaquestamos" y guardar violín en bolsa. Así y todo, ahorramos bastante con respecto al precio de a bordo.
Hicimos una hora y media de playa junto al Hotel Riu en Bamboo Blu, donde pagamos por una Corona, ocho dólares y por cada reposera diez de los verdes.
Esta es la playa del parque de la cascada del Río Dunn donde empezaba la aventura de subir a la cascada todos de la mano.
En buen romance estuvimos en Ocho Ríos desde las 11 de la mañana hasta las 16 que volvimos a embarcarnos.
El eslógan de "No problem" está en todos lados y la vez anterior lo habíamos entendido muy bien ya que vimos libertad absoluta en todos los aspectos
Desde parejas en números distintos al dos habitual; topless, nudismo, desenfreno y venta de todo, de aquello también.
Ocho Ríos al menos en esta breve visita (la que permiten los cruceros en todo el mundo y representan solo eso, una especie de folleto promocional del lugar) nos pareció casi angelical con respecto a Negril, habría que explorarla más.
Obviamente que alguna remera con Bob Marley y el "No problem" viajan con nosotros.
Mañana nos espera George Town, la capital de las Islas Caimán.
En el viaje desde Montevideo, pasamos por Panamá, ahora este lugar...pero lejos de las Off Shore, a mí que me revisen.
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