por Sergio Antonio Herrera, desde North Miami Beach, Florida, USA
Si bien en esta segunda estadía estamos alojados en North Miami Beach y por tanto, muy cerca del Sunrise Boulevard donde está este imponente mall, queríamos aprovechar "la pasada"...craso error, terminamos llegando a destino como a las once de la noche y fundidos.
Hasta ahora, habíamos comenzado en un aceptable nivel con la experiencia Airbnb ya que la primera estadía por la 63 y Byscaine Boulevard había sido como dijimos, bastante positiva en el interior de la casa pero deplorable en su exterior, por el estado de los jardines y un montón de escombros que allí había, la semana transcurrida en el Resort Crystal Cove de Orlando fue de primera, ya que la casa era excelente y de un gran confort.
Pero los puntos que había ido cosechando la plataforma de intermediación más grande del mundo con nosotros, se le fueron al diablo con el "apartamento rústico" que nos tocó en la oportunidad.
Dentro de un dormitorio hay un tanque gigante que suponemos es un calefón.
Hay uno de los dormitorios que no tiene luz, ¿será por eso que al igual que los otros dormitorios, tampoco tiene mesas de luz?. Como se puede apreciar, la iluminación viene de dentro de un placard en el que hay un colchón parado.
Parking free e internet free dice el anuncio y la confirmación de reserva.
Está bien, el parking free es en la calle, por suerte encontramos lugar cerca de la puerta y el wifi es solo para teléfonos, cuando quise conectar la laptop, nones. Tuve que comprar conexión.
No hay como en todos lados aquí, lavarropas y mucho menos secarropas; tampoco plancha ni tabla para usarla. El baño está dentro de un dormitorio o sea, que cuando lo quieran usar los que no duermen allí, deberán ingresar adonde duermen otros.
Por lo tanto, ante tantas virtudes, vamos a hacer una excepción y publicaremos un aviso sin cargo en este sitio para que sepan que nuestra anfitriona se llama Christine y la propiedad está en North Miami Beach...
Sawgrass Mills
Como siempre, vale la pena, hay descuentos del 50, 60 y hasta del 70 por ciento reales.
Las mejores marcas, locales espectaculares y una inmensidad que abruma, pero se nota la escasez de argentinos, brasileños y venezolanos por ejemplo. Al mejor estilo de las ferias barriales de cualquier ciudad latinoamericana, los empleados de los locales poco menos que te toman de la mano para introducirte a comprar. La mano está dura también acá.
Me voy a dormir, es tarde y estoy muy cansado, mañana la seguimos y les cuento como estuvo el almuerzo de la UACOC con el reconocimiento por los 10 años incluído.
Portal de América