por Sergio Antonio Herrera, desde Orlando, Florida, USA
Primero con el asesinato de la cantante Christina Grimmie, exparticipante del reality The Voice, alcanzada por un disparo mientras firmaba autógrafos luego de un show; luego con la absurda masacre del boliche gay y hace pocas horas con la increíble historia del cocodrilo que se llevó a un niño de dos años. Todo ello ocurrió aquí, en este mismo lugar al que vinimos a disfrutar y la dura realidad nos hace mirar todo de reojo, desconfiando.
Salimos a media mañana a través de la Turnpike y luego de cuatro horas exactas que nos llevó recorrer las 220 millas (354 kilómetros) llegamos al resort que alquilamos a través de Airbnb ubicado en Kissimmee, a 13 millas de Orlando.
La veníamos viendo de lejos a la tormenta eléctrica que nos abrazó apenas llegar y entramos a la ciudad bajo un diluvio que misteriosamente desapareció en instantes y cuando llegamos a la urbanización donde está el condominio, no solamente no caía una gota sino que el piso estaba seco.
La agradable sorpresa fue cuando llegamos a la casa rentada. Si bien la habíamos visto anteriormente en fotos, la realidad superó la imaginación. Un lugar perfecto, amplio, equipado con buen gusto, excelente confort y algo muy importante: el precio. Somos once los integrantes de la familia y pagamos por día, 20 dólares por persona.
Otro punto a favor resultaron los precios del Walmart cercano al alojamiento.
Me están llamando a cenar, parece que salen unas costillas al carbón. Mañana empezamos con Magic Kingdom y Dios mediante les contaré.
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