Este fin de semana Milán se convierte en la capital del fútbol europeo, y con la presencia de dos equipos españoles en la final de la Champions, seguro que muchos de nuestros lectores irán para allá. Pero Milán es mucho más que fútbol, por eso te recomendamos los platos típicos que no puedes perderte en la ciudad italiana.
Una cocina de orígenes humildes, con mucha presencia de verduras y carnes, en la que también destacan los platos típicos de toda Italia y que además está influenciada por la gastronomía internacional. Milán es una ciudad con una oferta gastronómica increíble, con restaurantes de todas las categorías, para todos los bolsillos y gustos. Con mucho gusto. Veamos qué es lo más típico de esta zona.
Entrantes en Milán
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Mondeghili: Son las albóndigas típicas de Milán, creadas como receta de aprovechamiento de la carne de vacuno guisada o asada que sobraba de otra comida anterior. La base puede enriquecerse con salchichas, queso parmesano, pan duro, salami, mortadela, hígado... Unas sabrosas albóndigas de origen español.
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Polenta: Se trata este de un plato de origen humilde, surgido en época de carestía para paliar el hambre. La polenta es una especie de puré o gachas elaborado con harinas de cereales, especialmente de maíz. Es un plato popular en toda la zona norte de Italia que ha sobrevivido hasta nuestros días y que se puede tomar aderezado con queso gorgonzola derretido por encima, con setas y longaniza... o como guarnición para otros platos de carne, ¡e incluso en su versión dulce!
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Quesos: Los queseros están de suerte en Milán. El Gorgonzola es el queso de la zona de Lombardía por excelencia. Pero aunque es el más popular, existen otros quesos del área que nos seducirán con su peculiar sabor y aroma: Bagoss (de Brescia), Bitto della Valtellina, Caprini, Crescenza, Stacchio... (Foto: Jose Fernandez en Flickr-CC).
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Insalata di nervetti. No me resulta demasiado apetecible, ya que lleva como ingrediente principal los nervios de vaca. Junto a verduras como lechuga, cebolla... una ensalada diferente.
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El vitello tonnato típico italiano, que consiste en láminas de ternera y atún frías con salsa, se prepara en Milán de una forma particular: la carne está picada.
Otros entrantes populares en Milán y en toda Italia son el carpaccio (láminas de jamón de cerdo o de otra carne e incluso pescados aliñado con aceite, limón y decorado con trocitos de rúcula, ensalada caprese (tomates y queso mozzarella con aceite de oliva y vinagre balsámico), la tabla de prosciutto o jamón...
Platos principales en Milán
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Risotto al Milanese: Milán está rodeado de arrozales, de modo que estamos en un lugar donde, salvando las distancias, como sucede en Valencia y su paella, cada uno tiene su propia receta y puede haber debates interesantísimos sobre el modo de preparar el risotto. Por supuesto, la receta típica y clásica es la de “Risotto alla Milanese”, tal vez el plato más clásico de la cocina milanesa, un arroz reconocible por el color amarillo que le confiere el azafrán y que en su forma más básica se elabora con cebolla, una grasa que puede ser panceta, aceite y arroz. También se lo conoce como "risotto allo zafferano". Cuenta la leyenda que el origen de este plato está en un maestro vidriero que, allá por el siglo XVI, solía echar azafrán para lograr unos vidrios tintados. Probó a poner el mismo condimento al arroz blanco para darle un toque de color, y este plato se popularizó. Sea cual sea su origen, no dejes de probar este delicioso arroz, que a menudo se presenta combinado junto a otros alimenttos, como veremos a continuación.
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Ossobuco, una pieza de carne estofada lentamente que en ocasiones es acompañada con rissotto. Ossobuco significa literalmente "hueso hueco", con agujero, que es el hueso que trae esta carne. Después de unas dos horas cocinándose, la carne se vuelve muy tierna y gustosa. Es un plato originario de la Lombardía pero que se cocina por todo el mundo. En la foto anterior lo vemos: Ossobucco alla milanese con risotto (Naotake Murayama en Flickr-CC). Si os atrevéis, aquí os dejamos la receta de este delicioso plato.
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Otra delicia que no podéis dejar de probar en Milán es la Cotoletta alla milanesa, una chuleta de ternera empanada con pan rallado, ajo, perejil y frita, con el hueso de la costilla. Es muy frecuente este tipo de filete empanado en muchas osterías italianas. También suele servirse junto al popular risotto alla milanese o acompañado de limón y mostaza.
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Espárragos a la milanesa: un plato bien sencillo, que consiste en huevos estrellados y queso parmesano rallado sobre espárragos trigueros cocidos hasta que estén tiernos, que se cocina al horno (Foto: Marco en Flickr-CC).
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Minestrone alla milanesa: La sopa minestrone es una especialidad de la cocina italiana similar a una sopa de verduras o menestra, elaborada con las verduras de temporada. A menudo se le añade algo de pasta o arroz. Los ingredientes más habituales, finamente picados, son judías, cebollas, apio, zanahorias y tomates. A veces incorpora algún tipo de carne, jamón y se suele espolvorear con queso parmesano. Aquí os dejamos la receta de minestrone a la milanesa.
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La Cassoeula ("cazuela") es un plato propio del invierno, típico de la zona de Lombardía, (también conocido como Cazzuola, Cazzola y Bottaggio). Se compone de col (y otras verduras) y carne de cerdo y es popular en todo el norte de Italia y en Lombardía, en particular. Con un sabor rico y fuerte, es un plato reconfortante pero tal vez no apto si aprieta el calor.
Por supuesto, en Milán tampoco os resistiréis a otros platos típicos de toda italia: las pizzas, los gnochi y todo tipo de pasta.
Postres italianos
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El Panettone o Panaton es una especie de bizcocho que se come en navidad en toda Italia y exportado a muchos otros lugares. El clásico milanés, que se dice que es el originario, es alto y suele llevar frutos dentro, pasas, piñones o trocitos de chocolate... Ya se comía en los tiempos de Ludovico el Moro, duque de Bari y de Milán, hace 500 años, de donde proviene la leyenda de su origen. Como tal vez no lo encontréis fácilmente en esta época del año, aquí os dejamos la receta por si os animáis a hacer panettone en casa.
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La crème brûlée o "crema quemada" es un plato francés muy popular en Italia y en Milán tienen su propia receta: la sirven caliente, caramelizando con un soplete la parte superior. Suelen acompañarla con nata o sirope.
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El tiramisú es el postre italiano más internacional y aquí podrás probar el auténtico, preparado con café y cacao (Foto Hideya HAMANO en Flickr-CC).
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Amaretti, galletas de almendra muy populares para acompañar el café, ¡un delicioso souvenir!
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Panna cotta, otro de los postres italianos de fama internacional, elaborado a partir de crema de leche, azúcar y gelatificantes, que se suele adornar con mermelada de frutos rojos.
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Gelato, ¡al rico helado!. Por supuesto, no podía faltar el mejor helado del mundo, el italiano, también en Milán y en sus numerosas gelaterie.
Y para beber...
El limoncello está entre los licores más famosos de Italia, buen digestivo. El amaretto de almendra también lo encontrarás en Milán. Los cafés los puedes pedir como "corretto" (café con un poco de licor), "macchiato" (café con una nube de leche) o "latte macchiato" (café con leche).
Por lo que respecta a los vinos, es una zona rica en caldos tintos y blancos. Algunas de las denominaciones de origen de los vinos de Lombardía son: Capriano del Colle, Botticino, Lambrusco mantovano, Valtellina, Riviera del Garda... y los más populares Buttafuoco, Sangue di Giuda, Barbera, Pinot y Bonarda.
Esperamos que tras este recorrido por la gastronomía italiana en vuestro viaje a Milán no os perdáis los deliciosos platos típicos que podemos encontrar en sus numerosos restaurantes, cafés, heladerías... ¡Buen provecho!
Foto portada | Jeff Krause en Flickr-CC
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