Atenas cultural, turística y gastronómica
Viernes, 11 Septiembre 2015

Los burros, junto a las lanchas taxi, el medio de transporte en la hermosa Hydra Los burros, junto a las lanchas taxi, el medio de transporte en la hermosa Hydra

Típica jornada de excursión de día entero. La salida programada para las 7.15 y el desayunador del hotel abre a las 7...Un sandwich envuelto en una servilleta, un jugo de frutas tomado de apuro y a correr tres cuadras para llegar al punto de encuentro y ser transportados al puerto para iniciar Athens one day cruise en un ferry importante en tamaño y como veríamos luego, repleto.

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por Sergio Antonio Herrera, desde Atenas


Normalmente el orden de la visita a las tres islas del Golfo Sarónico es Aegina, Poros y finalmente Hydra. No sabemos por qué causa este jueves el orden fue alterado y fuimos en primer lugar a Hydra, luego a Poros y finalmente a Aegina, el lugar del pistacho.

Cuando el staff del crucero nos dio las informaciones generales supimos que precisamente en la última isla (Aegina) era en el único sitio que habría excursiones locales y las opciones eran tres, una de ellas partir de inmediato en una lancha rápida a una isla cercana (Moni) para hacer una hora de playa, con sombrilla, reposera y un refresco incluido. El precio nos pareció correcto (20 euros) y atendiendo nuestra fantasía tan postergada de tomar sol en una isla griega y zambullirnos en el Egeo, la contratamos. Luego veríamos que fue un error. Pero empecemos por el principio.

Después de tres horas de navegación donde pudimos tomar un café como es debido y por demás sabroso y de a ratos reparar el déficit de sueño, llegamos a una maravilla de lugar, un paisaje de ensueño conformado en un rincón muy particular, hablamos de Hydra.

Hydra
Los únicos medios de transporte son las lanchas taxi y los burros.


Ya era mediodía y apretaba la temperatura y luego de dar la típica vuelta a pie y a las apuradas, dedicamos una buena media hora acomodados en un confortable sillón a disfrutar del entorno y a refrescanos con una cerveza bien fría.

Lo muy bueno siempre es efímero, hubiésemos querido quedarnos más en ese lugar de ensueño. Ojalá algún día podamos volver.

Zarpamos y ya comenzó el almuerzo de los dos primeros turnos de tres, las tarjetas verdes  amarillas. Como corresponde, para nosotros tarjeta roja, o sea tercer turno y el horario, después de la segunda isla, casi a las 3 de la tarde.

Poros es también muy linda pero hay autos y motos, por ende ruido. Estuvimos media hora y volvimos a salir con destino al lugar que eventualmente comenzaría a devolvernos ilusiones de tantos años.

Poros
Nos legó el turno del almuerzo en el salón principal y realmente fue muy bueno. Un buffet variado y exquisito, debimos pagar solamente las bebidas. Refresco 2 euros y una lata de cerveza 4.

Llegamos a Aegina, la cual, debido a nuestra elección, ni la vimos y de inmediato nos trasladaron a la lancha rápida, eran las 16.30 y debíamos retornar al barco 17.55.

Aegina
La travesía hasta Moni llevó 10 minutos y allí anunciaron que debíamos retornar a la lancha 17.40. Ya se había nublado y allí empezamos a pensar como hubiera sido el tiempo de playa si no se hubiese cambiado el orden de los destinos y hubiésemos ido a mediodía...

Moni

A lo lejos vimos el lugar, las sombrillas y las reposeras, el refresco lo bebimos en la corta travesía.

El agua del mar en todos lados, incluso en los puertos, azul y transparente, es decir limpia, natural.

Fuimos los primeros en acercarnos a la orilla, nos descalzamos y empezamos a padecer un piso lleno de piedras chicas y molestas que nos hacía caminar como sobre brasa, tomamos impulso para terminar el suplicio de una vez y disfrutar del Egeo cuando escuchamos: "¿Habla usted español?".

Frenamos de inmediato el envión, giramos nuestra cabeza hacia el lugar de la voz de neto acento mexicano de un grupo que ya estaba en el lugar para escuchar ahora: "hay erizos"...

Miramos nuevamente mar adentro y comprobamos que había gente fuera pero nadie en el agua. Sacamos conclusiones que nos quedan varios días de viaje y no queríamos arruinar el inicio del mismo. Volvimos sobre nuestros pasos, frustrados hasta la reposera y de inmediato, quizás de bronca, resolvimos volver a la lancha porque seguía nublado, había refrescado un poco y...¡erizos!.

Nos acomodamos en cubierta y cuando miramos nuevamente hacia la bahía, a la playa. decenas de personas en el agua, disfrutando el Egeo...

¿Quién me mandó al mexicano?

A pesar de todo, es una opción que recomiendo. Cuesta 90 euros con un muy buen almuerzo incluido y con los traslados de ida y vuelta desde el hotel al puerto también.


Luego de una ducha reparadora al regresar al hotel, nos fuimos a disfrutar un poco otra zona de Plaka y parece un cuento de hadas sentarse a tomar algo y cuando uno levanta la vista ver la Acrópolis iluminada, ahí nomás.


Este viernes por la mañana lo dedicaremos a ver algún sitio que nos falta de la capital griega y por la tarde, salir en ferry rumbo a Mykonos donde estaremos hasta el domingo.

Con el Diario del Portal del lunes, compartiremos este fin de semana.

Hasta entonces.

Portal de América

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