por Nuria Rebón

La erupción del volcán chileno Puyehue el 4 de junio pasado, que cubrió de cenizas parte de la Patagonia y llevó a cancelar vuelos a la ciudad rionegrina prácticamente durante todo el invierno, ocasionó grandes pérdidas al principal centro invernal argentino. Sólo los viajes de egresados de escuelas argentinas se mantuvieron en el ritmo habitual de todos los años, al no ser afectados por la falta de vuelos, porque se realizan por transporte terrestre, que no registró inconvenientes.

"Entre junio y agosto, disminuyó un 65% la cantidad de turistas que visitaron la ciudad, lo que equivale a 130.000 personas menos que en el mismo período de 2010", precisó Héctor Barberis, presidente del Emprotur, entidad de promoción del turismo de Bariloche. En el caso de los extranjeros, la caída fue de 80%, ya que la mayoría llega por avión. "Llevamos 110 días sin aeropuerto, los pocos extranjeros que vinieron lo hicieron vía Esquel y traslado por tierra o en micro desde Buenos Aires", explicó. Durante los fines de semana de agosto, la ciudad recibió algunos vuelos chárters a su terminal y otros vía Esquel. Pero el sábado Aerolíneas volverá a aterrizar en Bariloche.

En general, la ciudad recibió más que nada a algunos argentinos que llegaron a través de micros o en auto y, sobre todo, a estudiantes, el único segmento de viajes que no se redujo. "Usualmente recibimos 110.000 chicos de junio a diciembre. Y esta temporada fue mejor de lo que esperábamos tras la erupción del volcán. Prevemos una cantidad similar a la de todos los años; ya vinieron desde julio 55.000 jóvenes, sólo postergaron su viaje para septiembre quienes lo tenían programado para junio, pero no se canceló ninguno", precisó a El Cronista Néstor Denoya, presidente de la Asociación de Turismo Estudiantil de Bariloche (Ateba). "Los traslados terrestres no tuvieron inconvenientes, sigue nevando y se supone que hasta principios de octubre habrá nieve para esquiar", agregó.

La disminución del turismo en general llevó a que los habitantes de la ciudad advirtieran la importancia de los egresados. "Ahora tienen un reconocimiento mayor, porque fueron casi los únicos que vinieron a Bariloche y generan muchos puestos de trabajo", comentó Denoya. Pero, por la falta de vuelos, sí llegaron menos jóvenes extranjeros. "De los 7.000 chicos brasileños que se esperaban, vinieron 1.800. Y de los 5.000 uruguayos, llegaron 3.000. Además, estimamos que vendrán 14.000 jóvenes chilenos hasta diciembre", precisó.

Los viajes de egresados mueven unos $ 480 millones al año, pero no todo ese dinero queda en la ciudad, ya que los paquetes se pagan en origen y algunos de esos gastos, como el traslado, no llegan a Bariloche.

Portal de América - Fuente: www.cronista.com