por Ruperto de Nola
Hemos oído algo que nos dejó con el alma tan negra como aceituna: si es Ud. señorita santiaguina, se presenta como candidata a secretaria en Las Condes, se descuida en la entrevista y revela que vive en La Pintana (u otro honesto suburbio de este inmenso horror que es Santiago), será rechazada de inmediato, incluso antes de que haya tenido oportunidad de largar su primer "Shile" o "shocolate": por infinitos que sean sus méritos, le darán el puesto a una vitacurana. Puede uno haber sido redimido del pecado original; pero nada lo redimirá de vivir "ahí".
En Londres el asunto era igual. Nada que oliera a "East End" parecía bien al snob local. Sin embargo, en
algunos barrios londinenses se da una mescolanza de elegancia y comercio que asombraría a cualquier habitante de La Dehesa. O que escandalizaría a cualquier parlamentario "parado en la hilacha" que tiene entre ceja y ceja a la espléndida feria de la Avenida Argentina en el puerto, a la que se las tiene juradas y amenazada de erradicación para dignificar los entornos de esa gran bencinera egipcíaca en que sesiona.
Debieran saber los padres conscriptos que en medio de un mercado londinense, el Covent Garden, se eleva uno de los dos o tres mejores teatros de ópera del mundo, y que ninguna royalty se arrisca por tener que brincar entre coliflores para llegar de vuelta a su carruaje.
Asunción nos dio una sorpresa la primera vez que la visitamos, porque en ella, lo mismo que en Londres, en medio de barrios populares se elevaban palacetes que, a ojo de buen cubero, no podían haber costado menos de un millón de dólares. Claro que muchos pertenecían al estilo llamado "itaiputense" porque fueron edificados con platas robadas durante la construcción de la represa de Itaipú. Pero, ahí tiene Ud. Y qué decir de Roma, cuyo Trastevere es uno de los barrios más encantadores y, al mismo tiempo, más populares. Ay, el día que se nos ponga de moda aquí La Chimba...
Un plato digno de Montmartre va a continuación, para que sepa Ud., so snob, que incluso las demi mondaines saben comer mejor que Ud., confinado a su bisté con papas fritas o, si se las da de fino, a sus "solomillos con croustade de quínoa y suave salsa de arándanos del sur con vegetales en brunoise salteadas al merquén y nam-pla, buñuelos de salsifí y pequeña ensalada de vinagrillo con dressing de maracuyá".
Spaghetti alla putanescaPonga media taza de aceite de oliva en sartén grande, y dore ahí tres dientes de ajo picado. Agregue 700 gr. de tomates frescos picados y, luego, 15 aceitunas negras sin hueso, 4 filetes de anchoa picados y 2 cucharadas de alcaparras. Aliñe con sal (poca) y harto "peperoncino" molido (si no lo tiene, ají de color bien picante). La salsa debe espesar un poco. Mientras, cueza 400 gr. de spaghetti al dente. Ya escurridos, viértalos a la sartén de la salsa y revuelva. Deje ahí 2 minutos, y sirva con abundante perejil picado por encima.
fuente: diario.elmercurio.com