por Fernando Soriano
Para ellas, que van desfilando sus shortcitos en serie, escondidas detrás de las gafas retro tan de moda, este lugar se parece a lo necesario para calmar el ardor del sol, y la sed de consumo: bajos precios y prestigio cool directamente del barrio porteño insignia. De alguna manera, esta marca que no tiene marca hace furor: la feria de ropa de Palermo desembarcó en Pinamar para felicidad de las chicas y no tanto.
Son 57 diseñadores que llegaron el 1º de enero y se quedan hasta el 15 de este mes. Siempre en clima palermitano, ocupan un local sobre la avenida Bunge: música a volumen alto y aromas de sahumerio, igual que en sus puestos originales de la Plaza Armenia. Algunos viven en grupos, otros se alquilan sus propios departamentos. “Parecemos la casa de Gran Hermano, pero está bueno”, ríe Daniela, vendedora de accesorios.
“Se labura bien, aprovechamos mucho que vienen las adolescentes a gastar desesperadas. Tenemos la ventaja de que cada diseño es único y los precios son bajos. Y además, bueno, sí, la fama de Palermo”, concede Samantha, vendedora.
Uno de los secretos es la clientela que no vive en Buenos Aires, los que llegan de otras provincias y devoran la fama que estos diseñadores han sabido conseguir en contraposición con el estereotipo GAP, que aquí en Pinamar parece escupir modelos en serie. “A full, acá tenemos un montón de cosas que no se consiguen en nuestra ciudad. Son diseños re lindos que solo vos tenés, y además, bien de verano, para llevar al boliche acá”, comentan Lorena y Maira, dos salteñas de 23 años y 24 años.
Samantha explica que en Pinamar “se vende más que en Palermo”. Daniela coincide: “Cada día es como un sábado allá”. Gracias a los misterios de la “moda”, los diseños exclusivos son el gancho, pero vale reconocer que los precios también, porque están lejos de los números desorbitantes de las marcas. Las mellizas Gabriela y Daniela, 21 años, de Longchamps, asienten: “Nos gusta la ropa de los diseñadores independientes pero además no son zarpados, acá una remera te sale 60 y enfrente la pagás 200”.
fuente: www.clarin.com