"La visita de Obama nos vino bien, nos puso de moda, pero no nos sacó de pobres"
Lunes, 13 Diciembre 2010

"La visita de Obama nos vino bien, nos puso de moda, pero no nos sacó de pobres"

El dueño del hotel Villa Padierna de Benahavís, donde se alojaron Michelle Obama, su hija Sasha y varios amigos en agosto, desvela que la primera dama de EEUU celebró un cumpleaños y una fiesta de pijamas.

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Ha sido uno de los empresarios más envidiados de este verano. Su hotel, el Villa Padierna, fue el elegido por la primera dama estadounidense, Michelle Obama, para pasar sus vacaciones e, inmediatamente, la noticia fue portada en medio mundo. Nos atiende en uno de los salones del recinto con la sensación de un trabajo bien hecho pero con la experiencia necesaria para saber que no se pueden dormir en los laureles.

-El hotel Villa Padierna está de moda en España y en medio mundo, ¿qué se siente como propietario?

-Ha sido un éxito este año. A principios de 2010 la empresa Expedia nos posicionó como el mejor hotel de España y el 28 del mundo y la revista Condé Nast Traveller nos ha puesto entre los 100 primeros del mundo. Eso se ha visto compensado con la visita de diferentes presidentes de Gobierno y, entre ellos, la más espectacular ha sido la visita de la familia Obama.

-Se habló de la recomendación de una amiga, ¿cómo consiguieron que viniera Michelle Obama a este hotel?

-Fue por el boca a boca. Durante cuatro o cinco años han venido a este hotel varios norteamericanos que trabajan en la Embajada de EEUU en Alemania y esas personas forman parte del círculo privado del presidente Obama. Le dijeron que el hotel tenía una arquitectura especial y les animaron a venir por su singularidad. Les impresionó la colección de antigüedades y también fue positivo que el pintor favorito de Barack Obama sea Picasso, por lo que así se cerraba el círculo de venir a España. La mala suerte es que la noticia saltó tres días antes de lo debido, la prensa norteamericana hizo mucha presión y se deshizo el viaje del presidente, por lo que solo vino la primera dama.

-Es decir, que la intención inicial era que viniera Barack Obama.

-Sí, siempre pensamos que vendría junto a su mujer para celebrar aquí su cumpleaños, porque coincidía justo el día en que llegaban.

-Usted comentó en agosto que Michelle Obama reclamó un trato normal. ¿Se puede desvelar alguna anécdota?

-La recibí junto a mi esposa y la sensación que tuvimos es que es una señora con mucha personalidad pero absolutamente cercana y sin ningún protocolo, todo lo contrario a lo que estamos acostumbrados. Cuando la despedimos vimos que se iba encantada de haber podido visitar la Alhambra y pueblos típicos como Ronda. Creo que su estancia en el hotel fue bastante normal.

-Pero habría diferencias notables respecto a cualquier cliente anónimo.

-Tenía un protocolo especial de seguridad, pero todas sus peticiones eran para agradar a sus amigas y a sus hijos. Celebraron un cumpleaños, hicieron una fiesta de pijamas... Lo normal.

-¿Manifestó algo sobre la posibilidad de volver?

-Estas decisiones son muy complicadas. Es la primera vez en toda la historia de Estados Unidos que la Casa Blanca hace un viaje privado a Europa. Ojalá volviera más veces pero es difícil, sobre todo en un momento de crisis como el que vivimos. En Estados Unidos hay muchos sitios donde ir.

-La prensa norteamericana fue muy crítica con este viaje y sus posibles gastos.

-La crítica fue enorme. Solo en nuestro hotel teníamos reservadas 60 habitaciones que pertenecían en su mayoría al Servicio Secreto. Además en los hoteles del entorno había otras 60 ó 70 habitaciones.

-Todos los medios de comunicación estaban encima de la noticia. Supongo que fueron unos días locos para usted.

-Tuvimos la suerte de tener un protagonismo internacional enorme. La CNN nos mandó una carta en la que decían que había salido la información durante 21 minutos en hora punta en sus informativos de habla inglesa en todo el mundo y 36 minutos en habla castellana. Eso suponía un valor por encima de los 800 millones de euros. El posicionamiento internacional de la marca Villa Padierna, Marbella y Andalucía fue impagable.

-A los pocos días se alojó además en el hotel el presidente de Congo.

-Sí. Vino también con mucha seguridad. La reserva se hizo con mucha antelación, no tanto como la de la primera dama, que se hizo con seis meses, pero sí con dos o tres meses. Fue casualidad. El presidente de Congo vino a adelgazar y a controlarse en nuestro instituto médico.

-¿Qué incidencia han tenido esa visitas en el hotel?

-Creo que los resultados los veremos en el futuro siempre y cuando haya un esfuerzo de promoción y marketing no solo por parte de la iniciativa privada sino también de la pública. Creo, por ejemplo, que ahora es un error que no tengamos el vuelo directo Málaga-Nueva York con Delta, Iberia o con otro. Justo en este momento es cuando más lo deberíamos tener. Málaga, con el aeropuerto que tiene, debería ser la entrada a Andalucía de toda América. Es inconcebible que no haya dos o tres vuelos a la semana durante todo el año.

-¿Han aumentado mucho sus reservas tras la visita de Obama?

-Indudablemente han aumentado y hasta hace poco hemos tenido una buena ocupación. La visita de Obama ha venido bien, te pone de moda un tiempo pero no te saca de pobre. Tenemos que estar pendientes y trabajar continuamente por la calidad y el servicio. Hay que pensar que dar un servicio no es servilismo, sino que es una profesión como otra cualquiera. En cualquier caso, no hemos notado una gran afluencia. Sí viene mucha gente a ver el hotel, curiosos que se hacen fotos, pero imagino que las reservas del mercado norteamericano las empezaremos a ver el año que viene. No es un viaje que se decide de un día para otro, aunque sí es típico entre los norteamericanos que sepan dónde han estado sus presidentes. Cuando fue Clinton a La Alhambra hubo después una ocupación enorme en los hoteles de Granada. Nuestro hotel no es la Alhambra, no espero tanta afluencia pero imagino que nuestro marketing va a ser más fácil.

-¿Prevé hacer una campaña específica de promoción en EEUU?

-Sí, justo estamos ahora desarrollando un plan de marketing para trabajar en EEUU de cara al año que viene. Pero eso lo facilitaría la conexión aérea. Las seis horas que se emplean desde Nueva York a Málaga es casi lo mismo que tardas en cruzar EEUU, por lo que a ellos no les parece un viaje tan largo.

-¿Ha pedido alguien expresamente la villa en la que se alojó Michelle Obama?

-No. Hay más curiosidad por parte del periodismo que por la gente. No hay un afán de nadie por preguntar dónde estuvo, qué hizo, cómo durmió, etcétera. No hay ese morbo.

-No sé si es políticamente correcto preguntar, pero ¿a cuánto ascendió la factura?

-La verdad es que no lo recuerdo. Hubo cuatro facturas. Una era para el Servicio Secreto de EEUU, otra para el Servicio Personal de Seguridad de la Casa Blanca y luego cada uno se pagó lo suyo. Tanto Michelle Obama como sus invitados. Además, me han comentado que a los restaurantes que iban pagaban todos a escote. Los americanos para eso son muy escrupulosos.

-Supongo que le regalarían algo.

-No, porque por protocolo no pueden coger ningún regalo. Llegaron de todos sitios de Europa pero sólo se llevó los libros. El Servicio Secreto los escaneaba y los devolvía.

-Habla usted del escáner. ¿Fue muy difícil trabajar con el Servicio de Seguridad norteamericano?

-Fue complicado porque tienen mucha responsabilidad y lo llevan todo a rajatabla. Nos extrañó que muchos agentes fueran mujeres. La protección era enorme y el servicio de protección español fue fantástico.

-¿Qué inversiones plantea hacer en el hotel para el próximo año?

-Estamos mejorando la parte de salones y restauración, renovando cocinas y mobiliarios para tenerlo todo impoluto.

-¿Cuántos empleados tienen?

-Unos 130.

-El hotel lo gestiona Ritz-Carlton ¿prevén algún cambio?

-Estamos estudiando la posibilidad de hacer una gestión propia para darle un carácter más personal. No es algo seguro aún pero estamos trabajando en ellos.

-¿No están satisfechos con Ritz?

-No es esa la cuestión sino que queremos posicionar más la marca Villa Padierna. Tenemos otro hotel en Carratraca, vamos a hacer otro en Marbella. Estamos buscando posibles fórmulas intermedias.

-¿Cuál es ese otro hotel en Marbella que proyectan?

-Será el Villapadierna Real de Los Monteros, una urbanización que está desde Incosol al mar. Queremos hacer un hotel con residencias, un producto novedoso que se está haciendo ahora mucho en Estados Unidos. Consiste en bungalows, villas, suites, apartamentos que son propiedad de clientes y que, cuando éstos no los están disfrutando, entran a formar parte del hotel y obtienen una plusvalía. Así evitas todo tipo de gastos de IBI, Mancomunidad, etcétera.

-¿En qué fase se encuentra y cuál será su inversión?

-La urbanización ya está hecha, estamos terminando la jardinería y estamos buscando sitios para comercializarlo porque la situación actual en Europa no es fácil. Estamos buscando socios. Tendremos que construir unos 100.000 metros cuadrados por lo que la inversión ascendería a 300 ó 400 millones de euros. Todavía quedan bastantes años para hacerlo.

-¿Cree que ha resurgido la imagen de Marbella?

-Ha vuelto a posicionarse como lo que era. Después de la crispación y los malayos, creo que volverá a resurgir. Pienso que Marbella ya está consolidada porque tiene más de 30.000 casas de más de un millón de euros, por lo que es un destino turístico residencial de los más importantes de Europa. Eso nos da la seguridad de que cuando la crisis se amortigüe, Marbella resurgirá antes del resto del país porque también es verdad que la crisis entró tres años antes en este municipio. De hecho, este verano ya ha habido una mayor sensación de ilusión. Se h a quitado un poco el miedo.

-Uno de esos miedos era que miles de viviendas eran ilegales.

-Eso ha sido un error. Pienso que ilegal no había nada porque todo ha tenido una licencia dada por un ayuntamiento democráticamente elegido, ha sido escriturado por un notario y registrado en el Registro. Habrá responsabilidad de los ayuntamientos o de quien sea pero si eso es ilegal lo sería en todo el país. No encuentro jurídicamente nada más perfecto. Ningún comprador podía pensar que eso era ilegal tras esos tres pasos.

-Hablaba usted de la falta de conexión aérea. ¿Qué opina de la necesidad del tren litoral?

-Es fundamental. El AVE debería llegar al menos al aeropuerto y evitar la entrada desastrosa de llegada a Málaga a todos los usuarios de la Costa del Sol. Hay una irresponsabilidad clara. ¿Para qué queremos una autopista muy buena si cuando llegas a Málaga estás una hora colapsado y no sabes si vas a llegar a tiempo para coger o no el AVE? El que coge el AVE a las 9 de la mañana tiene que salir de Marbella a las 7. Vaya negocio. Además está todo levantado con las obras del Metro. Imagínese un extranjero que no conoce la ciudad, con los nervios, todo en obras... Eso por no hablar del sistema de señalización que tenemos porque parece que todo el mundo tiene que saber que para ir a Madrid hay que pasar por Antequera, o para ir a Marbella hay que coger dirección Algeciras porque cuando se sale del aeropuerto no pone Marbella por ninguna parte. Es un sistema de señalización arcaico y antiturístico. Aquí uno tiene que ser adivino. Eso provoca accidentes y malos modos.

-Por último, se comenta que el jeque propietario del Málaga tiene interés en ampliar el puerto deportivo de La Bajadilla de Marbella, ¿qué le parece?

-Cualquier proyecto importante en Marbella va a tener que estar soportado por varias empresas importantes porque ya es absurdo pensar en la banca. Si lo hace un grupo extranjero me parece una maravilla pero me gustaría que lo hiciera junto a empresas españolas.

fuente: Málaga Hoy

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