Como muestra aparecen las declaraciones del ex ministro de Economía de Néstor Kirchner, Roberto Lavagna, que advirtió defendiendo la posibilidad de pago del 82% para los jubilados que "hace dos años que el país tiene no solo déficit en sus cuentas públicas sino un fenomenal desorden y que hay que reordenar, achicar y enviar fondos al gasto social", al tiempo que propuso que el Estado se desprenda de Aerolíneas Argentinas que le cuesta a las cuentas públicas "dos millones de pesos diarios (¿?) al igual que otras empresas del Estado".
Agregó además que "hay un montón de compañías que están pidiendo autorizaciones para comunicar directamente varios puntos del país, y hace tres o cuatro años que no se les da autorización". El primero en responderle fue el diputado, aliado del gobierno y ex gremialista en Aerolíneas, Ariel Basteiro, quien argumentó que "no se pueden utilizar los mismos criterios de rentabilidad cuando se habla de un servicio público, como es el aéreo, en el que más allá de las ganancias importa la conectividad", para agregar que "la crisis de Aerolíneas es producto de la gestión de empresas privadas".
Juan Pablo Schiavi, Ministro de Transporte, acusó a Lavagna de "trabajar de lobbista de empresas, algunas de ellas de dudosa juridicidad", pero sin aclarar a cuales se refería, mientras que el líder de los pilotos de la empresa estatal, Jorge Pérez Tamayo, acusó al ex funcionario de utilizar a Aerolíneas "como herramienta útil para salir de su ostracismo, dadas las repercusiones que se generan al nombrarla".
"Lamentablemente -agregó el piloto gremialista- ya hemos visto varias veces a personajes como el ex ministro Lavagna que aprovechan cada aparición en los medios para enfrentar a la Presidenta de la Nación por su decisión de reestatizar Aerolíneas Argentinas". Muchas frases hechas, como seguramente veremos durante la campaña, pero pocos argumentos sólidos.
fuente: Aviación News