por José Hidalgo Pallares

Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el año pasado se hospedaron en el país 4.297.430 viajeros no residentes, 515.624 menos (o 10,7% menos) que en 2011. Pese al crecimiento de 1% en el turismo interno se registró una caída de 1,8% en el número total de visitantes a los establecimientos hoteleros y "parahoteleros" (albergues, cabañas, hosterías, etcétera).

Para Tomás Ryan, ex presidente de la Asociación Argentina de Agencias de Viajes y Turismo (Aaavyt), una de las causas centrales para la baja en el número de visitantes fue la inflación. "La Argentina sigue siendo un lindo destino, pero es carísimo", dijo y añadió que el costo de los paquetes turísticos en el país subió alrededor de 30% el año pasado. Según Ryan, para quien la crisis de los países europeos también incidió en el menor ingreso de turistas, la caída del turismo receptivo fue mayor a la que reconoce el Indec y se ubicó entre 25 y 35 por ciento.

Un diagnóstico similar hizo Arturo García Rosa, presidente de HVS Sudamérica, consultora especializada en turismo. Para él, la baja en el número de extranjeros que llegaron a los hoteles del país se debió a la inflación, el atraso cambiario ("son pocos los turistas que cambian sus dólares en la calle Florida; los demás pagan con tarjeta al cambio oficial", dijo), la percepción de que se trata de un país inseguro y el mal clima de negocios.

"La caída en el turismo de negocios tiene un impacto muy fuerte en el turismo receptivo", dijo García Rosa. Y añadió: "Los hombres de negocios se hospedan principalmente en los hoteles de 4 y 5 estrellas y en algunos casos representan hasta el 65% del total de huéspedes".

Según el Indec, entre las diferentes categorías de hoteles, los de 4 y 5 estrellas son los que más sintieron la caída del turismo receptivo, con una baja de 9,3% (cerca de 214.000 viajeros) entre 2011 y 2012. En los hoteles de 1 y 2 estrellas la caída fue de 5,9%. Al respecto, Ryan y García Rosa coincidieron en señalar que, más allá de la caída en el número de viajeros, el tipo de turistas que vienen al país (principalmente brasileños) ha cambiado hacia personas que no se hospedan en los hoteles más caros, sino en los más económicos.

Salvo el Litoral, todas las regiones del país sintieron la caída en el turismo receptivo. La baja más marcada, en número de visitantes, se dio en la Capital Federal, con una diferencia de 258.223 turistas entre 2011 y 2012 (-9,5%). En la región patagónica, la baja fue de 141.603 viajeros, es decir, 15,4% menos.

Para José Luis Recchia, presidente de la filial de Ushuaia de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica (Fehgra), y Mario Guatti, presidente de la filial El Calafate-Río Gallegos de la Asociación de Hoteles de Turismo (AHT), la menor llegada de extranjeros a los hoteles patagónicos se explica, principalmente, por la crisis de Europa, de donde provenían una gran parte de los visitantes.

Sin embargo, los dos también mencionaron el encarecimiento de los costos locales. Recchia destacó la suba de las tarifas de los vuelos de cabotaje (según él, un vuelo de Ushuaia a San Martín de Los Andes puede rondar los $ 6000), mientras que Guatti se refirió a los mayores costos de hospedaje, comida y excursiones, que restan competitividad al destino. Sin embargo, según Guatti, a partir de noviembre, gracias a que en 2012 el peso sufrió una mayor devaluación frente al dólar, se percibe una suerte de reactivación.

Portal de América - Fuente: www.lanacion.com.ar