Derrame en el Golfo podría costar 4.300 millones de dólares, mayormente al turismo
Domingo, 30 Mayo 2010

Sumándose al terrible costo ecológico, el efecto económico del derrame de petróleo en el Golfo de México podría ascender a 4.300 millones de dólares, de los que más del 93% corresponderá a pérdidas del sector turístico en la Florida, Alabama, Misisipi y Luisiana, advirtió una entidad financiera del sur de este país.
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BBVA Compass, filial del grupo español BBVA, adelantó que el impacto exacto dependerá de la cantidad y permanencia del vertido en las aguas, previsión que cobra un sentido más angustioso tras fracasar el sábado el último intento de BP para sellar el pozo y trascender que el derrame podría mantenerse hasta agosto.

De acuerdo con la estimación de esa firma, el costo del derrame iniciado el pasado 20 de abril y que por más de un mes ha arrojado entre 5.000 y 19.000 barriles diarios de crudo a las aguas del Golfo –según los estimados más conservadores-, sería mayor que el del desastre causado por el derrame del Exxon Valdez en Alaska en 1989, el más grave ocurrido en Estados Unidos hasta ahora y que, según la agencia de crédito Moody, tuvo un impacto económico de 2.800 millones de dólares.

En el Golfo de México, los estados que más sufrirían a largo plazo los costos del desastre en la plataforma de BP serían Florida y Luisiana, con montos de 3.010 y 948 millones de dólares, sobre todo por su dependencia de la industria del turismo, especificó el informe de BBVA Compass.

A corto plazo, el mayor impacto sería en la pesca comercial y recreativa y en el turismo, pero a largo plazo los daños medioambientales podrían debilitar las economías locales, advirtió la entidad.

El caso del turismo de Florida es el "más considerable", dijo a Efe el economista jefe para Estados Unidos de BBVA Compass y uno de los autores del informe, Nathaniel Karp, porque el turismo de Luisiana "no depende de las aguas", mientras que Florida vive de sus playas y de las actividades recreativas que "atraen a gente de todo el mundo".

Sólo para la Florida, BBVA Compass calcula pérdidas de 2.844 millones en el turismo, de 137 millones para la pesca recreativa y de 18 millones para el sector pesquero comercial. Además, la industria de Florida se mantiene expectante ante la amenaza de que las corrientes transporten la mancha de petróleo a las costas y la puedan extender más allá de su península.

"En el peor de los escenarios, si el petróleo toca la costa, los costes y la duración de la limpieza podrían acarrear muchos años, incluso diez, y los costes económicos podrían ser mayores", vaticinó el experto.

En Luisiana, el sector pesquero, que genera al año 2.400 millones de dólares y está ahora bajo prohibición de salir a pescar en parte de sus aguas, podría enfrentar pérdidas de 31 millones de dólares. Pero las mayores dificultades serían para la hostelería, que genera 5.000 millones de dólares al año y emplea a 145.000 personas, siendo el sector privado con más trabajadores.

El coste del impacto del desastre en el turismo sería así de 880 millones de dólares en este estado, por delante de Misisipi y Alabama, donde podría llegar a 169 y 167 millones de dólares.

En los cuatro estados, el turismo y la pesca, tanto comercial como recreativa, serían los más afectados, con unas pérdidas potenciales de 4.060 millones y de 267 millones, respectivamente. Las estimaciones de BBVA Compass están basadas en la hipótesis de que el petróleo llegue a algunos de los condados marítimos de los estados y permanezca durante un período limitado.

Continúa el derrame

Al menos 20 millones de galones se han vertido al océano desde que comenzó el desastre el pasado 20 de abril, anunciando una catástrofe ambiental y económica de consecuencias impredecibles con exactitud a lo largo de cientos de kilómetros de costa estadounidense.

La marea negra del Golfo de México es "probablemente la peor catástrofe ecológica que hayamos enfrentado en este país", declaró Carol Browner, consejera del presidente Barack Obama en temas ambientales, al programa dominical Meet the Press de NBC, al decir que la situación ya superó al desastre del Exxon Valdez en Alaska en 1989.

El sábado, el presidente Obama anunció que ordenó triplicar el personal federal que combate la marea negra, que era hasta ese momento de 20.000 personas.

Más planes

Los ingenieros pasaron días bombeando unos 30.000 barriles de fluido pesado hacia la tubería dañada en el suelo marino, en otro intento de BP para sellar el pozo, pero el sábado se anunció que la operación, llamada Top kill, había fracasado. BP había declarado que Top kill era la mejor oportunidad de frenar la filtración, más que perforar un pozo nuevo de auxilio, un proceso ya comenzado pero que tomará otros dos meses.

Los esfuerzos ahora se centrarán en cortar los ductos dañados que están recostados en el suelo marino, luego instalar un artefacto de contención que pueda retener el petróleo y finalmente bombearlo a la superficie. La operación será conducida por robots operados a control remoto en el suelo marino, a una profundidad de casi 1.500 metros, explicaron expertos de BP.

El jefe de operaciones de BP, Doug Suttles, dijo el sábado en rueda de prensa que incluso si la operación (llamada "Lower Marine Riser Package Cap" o "LMRP Cap") tiene éxito, sólo podrá contener una mayoría del crudo que brota de la rotura, pero no su totalidad.

La propia BP, el gobierno norteamericano y otros estados afectados por la marea negra han expresado ya temor de que el derrame pueda durar hasta agosto, cuando se completarán los dos pozos alternativos que se perforan en el suelo marino y que parecen la única solución luego de los sucesivos fracasos de intentos de sellar el pozo.

fuente Caribbean News Digital- Portal de América

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