por Jorge Benítez Cabral, ABC Color

Tras estos dos meses de vacío, el servicio será retomado mañana, lunes, por la compañía BQB Líneas Aéreas, de dueños argentinos, pero también de bandera uruguaya.

BQB utiliza aviones del tipo ATR 72-212A, que es una nave propulsada por dos motores turbohélice y con capacidad para 74 personas (los Bombardier de Pluna llevaban 90), y que se calcula hará la ruta en aproximadamente dos horas. Por ahora habrá menos frecuencia (cuatro por semana, dos de ellas con escala en Salto, Uruguay).

Haciendo un resumen, el servicio aéreo Asunción-Montevideo está restablecido, pero con algunas pérdidas para el pasajero: es evidente la disminución de la disponibilidad de asientos (Pluna tenía dos frecuencias por día con aeronaves para 90 usuarios, BQB inicia con cuatro frecuencias y capacidad de 74 butacas por vez). Además, el viaje se prolongará por lo menos media hora más y en algunos casos por un tiempo mayor, el necesario para bajar y subir en Salto en los viajes con escala.

Los precios también son desfavorables hoy para los clientes, pues si en la época de Pluna pagaban un promedio de 300 dólares o un poco más por boletos de ida y vuelta, incluidos impuestos (unos 72 dólares), el promedio actual en BQB resulta hasta casi un 70% más, con tarifas de entre 400 y 500 dólares (con impuestos) para este mes de setiembre.

Algunos ya se preguntan sobre lo que pueden llegar a costar estos boletos para la próxima temporada de verano, en que hay un turismo masivo hacia las playas uruguayas.
De todas formas y a pesar de todos estos puntos en contra, la venida de esta nueva empresa aérea es un verdadero alivio para quienes han conocido en estos meses de julio y agosto la “tortura” de hacer la conexión aérea Asunción-Buenos Aires-Montevideo, y viceversa, que se completaba, aunque parezca increíble, en 12 horas e, incluso, más.

Vale decir, que saliendo prácticamente de madrugada de nuestra capital, los viajeros arribaban al aeropuerto de Carrasco ya entrada la noche, tras pasarse todo el día en una de las terminales aéreas bonaerenses, y casi lo mismo a la vuelta (la ventaja es que si tenían recursos suficientes, podían hacer algunas horas de shopping en la capital argentina).

La alternativa es ir en ómnibus (la travesía por ruta es de 1.400 kilómetros y dura 24 horas), pero si hasta el verano pasado existían dos empresas, Sol del Paraguay y EGA, hoy queda solamente está última, que es uruguaya. La situación también ha motivado el encarecimiento del pasaje, en torno al 50%, pues lo que costaba –ida y vuelta– unos G. 800.000, hoy cuesta G. 1.200.000.

Y esto solamente en el ámbito del transporte; ni hablemos de la distancia cada vez mayor que nos separa de Uruguay a nivel político y diplomático desde el 22 de junio pasado. Y pensar que uno mira el mapa y la patria charrúa parece tan cerca, al otro lado de la calle. Podríamos preguntarnos de paso, aprovechando la ocasión, si cuándo vamos a aprender (incluyendo a los uruguayos) a acortar las distancias, antes que alargarlas.

Portal de América - Fuente: www.abc.com.py