Tierras vírgenes del Litoral desafían al viajero: adrenalina y cultura en el Impenetrable Chaqueño
Jueves, 24 Mayo 2012

Tierras vírgenes del Litoral desafían al viajero: adrenalina y cultura en el Impenetrable Chaqueño
AGENCIA TUR NOTICIAS - Sobre el extremo noroeste de la provincia, una travesía por estrechos caminos y tranquilos ríos invita a vivir sensaciones extremas. Exclusivo sitio para amantes de la naturaleza, alberga en su enmarañado interior exóticos ejemplares en peligro de extinción. Las comunidades autóctonas muestran sus costumbres y laboriosas artesanías.
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Más de 4 millones de hectáreas, con sectores que aún logran mantenerse alejados de toda depredación, componen este atractivo destino turístico al que se recomienda llegar en especiales vehículos 4x4 y acompañados por algún guía local que pueda no sólo adentrarlo en los correspondientes senderos, sino también revelar los abundantes secretos que crecen en esta mágica región. Para vivir una de las aventuras más conmovedoras que podrá encontrar, ponerse en contacto con la naturaleza y dejarse sorprender por las maravillas que ella tiene para ofrecer en esta zona del país, caracterizada por su gran riqueza cultural y ambiental.

Un viaje recomendado para alejarse de todo ruido citadino, renovar el espíritu y recargar las energías perdidas, con la posibilidad de aventurarse en actividades que sabrán despertar la adrenalina adormecida. Travesías náuticas por los ríos Bermejo, Bermejito y Teuco; caminatas por estrechos senderos que exigirán llevar machete en mano; y, la posibilidad de pasar una noche de campamento bajo los abundantes y diferentes sonidos que en ella anidan.  Aquí se pueden contratar los más exóticos safaris fotográficos. Y para quienes gustan de los intercambios culturales, la posibilidad de visitar comunidades aborígenes que aún construyen sus casas con paja, barro y troncos.

Heridas que persisten
El Impenetrable Chaqueño, situado a unos 450 kilómetros al norte de Resistencia -la capital provincial-, se transformó hace ya unos cuantos años en un extravagante escenario al que llegan a diario amantes del ecoturismo. Con una exuberante geografía de llanuras boscosas y grandes ejemplares de fauna y flora, los paisajes poseen rasgos agrestes de un típico clima seco y semiárido. Sin embargo, vale aclarar que en estas ricas tierras se produjo una de las más graves destrucciones del medio ambiente. Sobre finales del siglo XIX una compañía extranjera realizó una descontrolada deforestación. Y actualmente pese a que existen organismos y leyes que protegen a las comunidades que residen en la región, la situación que atraviesan es extremadamente delicada, lo que aporta al recorrido un ingrediente de compromiso.

Abriendo camino
Entre extensos circuitos de tierra y picadas rodeadas de quebrachos y algarrobos, el Impenetrable invita al viajero a la práctica de vivencias poco convencionales. Junto a las comunidades wichis, tobas y mocovíes podrá observar sus costumbres, compartir platos de comidas típicas y apreciar sus diversos trabajos artesanales en cestería, barro, cuero y madera. Las agencias de turismo ofrecen servicios de baquianos y guías capacitados en conocimientos biológicos y ecológicos de la zona, así como salidas de pesca o caza deportiva y cabalgatas entre montes y riberas. Los departamentos que integran esta zona son General Güemes y Almirante Brown, atravesados hasta la provincia de Salta por la denominada y atrapante Ruta Juana Azurduy. En este recorrido lleno de sorpresas puede visitarse la Reserva Ecológica Privada Tantanacuy, un encantador rincón de monte virgen cuya denominación en lengua quechua significa "reunión de personas", algo que parece impensado en medio de la soledad que la rodea. En el área ya podrán avistarse los primeros tatúes carretas, osos mieleros, zorros y yararás. Hay alojamiento para recibir a los turistas, y entre las exquisiteces se pueden degustar tablas de quesos y estofados de cabrito.

Los más visitados

En pleno corazón de esta desconocida geografía, abundan los árboles y tierras secas, entre arroyos y riachos, donde toparse con animales esquivos, historias perdidas, aldeas que parecen haberse detenido en el tiempo y abundantes rostros curtidos. En dirección norte, se llega hasta Juan José Castelli donde la mayoría de sus habitantes son de origen ruso-alemán y abundan las cooperativas agrícolas. Más adelante, se erige Villa Río Bermejito, en el cruce de los ríos Teuco y Bermejito, un pequeño poblado que se transformó en los últimos años en uno de los sitios más visitados por el turismo, en especial por la inagotable fauna que permite la proximidad del río entre yacarés, loros y monos que dejan fotografiarse. En sus cálidas playas se ofrecen balnearios e infraestructura para el camping y la náutica. Otro de los sitios imperdibles es la Misión Nueva Pompeya, totalmente restaurada, donde adquirir elaboradas artesanías a base de plantas del lugar y tejidos en lana, o visitar la vivienda de Don Pichón Báez, un famoso personaje nativo del monte.

El reino de la biodiversidad
En esta misma zona fueron creadas las Reservas Naturales Fuerte Esperanza y Loro Hablador, cuyo objetivo es cuidar la flora y fauna del lugar, principalmente, las especies en peligro de extinción. Se pueden visitar en todo momento, pero es recomendable hacerlo entre abril y noviembre. Lejos de ser un universo salvaje y hostil, poseen un potencial vegetal casi inalterado y celosamente vigilado por culturas autóctonas que intentan a diario mantener el equilibrio ambiental. Entre la vegetación aparecen árboles leñosos y abundantes cactáceas arborescentes, cuyas ramificaciones llegan a superar los cinco metros de altura. Las más bellas son enredaderas, claveles del aire y varias especies de orquídeas. Además, propios del clima seco, se ven quebrachos, algarrobos, palo santo, urunday, ítin y guayacán, entre otros. En cuanto a los animales, existen más de 350 especies de aves y son fácilmente identificables mamíferos como guazunchos, vizcachas, zorrinos, liebres, chanchos moros, pumas, coatíes, hurones, lobitos de río, osos hormigueros, corzuelas, jabalíes, comadrejas, pecaríes, tapires, carpinchos y gatos salvajes.

Apartados imperdibles
Resistencia, más conocida como la “Ciudad de las Esculturas” por las figuras que se exponen en calles, plazas y boulevares, está situada a escasos kilómetros de los puertos Barranqueras y Vilelas. De moderno trazado arquitectónico, posee numerosos museos y eventos artísticos que completan el itinerario cultural. Desde allí, son recomendables las salidas de pesca por el Paraná, paseos por el balneario Villa Paranacito y la adquisición de productos regionales. Hacia el centro de la provincia, la localidad de Roque Sáenz Peña invita a una estadía dedicada a la salud en un complejo termal totalmente acondicionado.

En agenda
Durante octubre se realizará la Fiesta Nacional del Algodón, y en noviembre el Festival Provincial de la Miel, en Villa Ángela.

Datos útiles
    Travesía étnica en El Sauzalito por cuatro días y tres noches, traslados en 4x4 por El Impenetrable y alojamiento en Tantanacuy con pensión completa desde U$S 225.

Cómo llegar

En automóvil, desde la ciudad de Resistencia se toma la RN 16 hasta Roque Sáenz Peña, donde acceder a la RN 95 que conducirá al empalme con la RP 9 que va a Castelli. Desde aquí, restan unos 150 kilómetros que son aconsejables en vehículos 4x4.

Dónde dormir

En Resistencia, hay propuestas de alta gama desde U$S 112, y otras en dos y tres estrellas entre U$S 70  y U$S 50 con pensión completa. En Villa Río Bermejito hay camping municipal por menos de U$S 2 el fin de semana, y otros privados que incluyen bungalows desde U$S 15.

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