La extraña fascinación del ser humano por visitar escenarios de tragedias
Jueves, 26 Abril 2012
Un gupo de turistas ingresa al campo de concentración de Auschwitz
AP / Archivo
¿Qué motiva a las personas a visitar lugares donde han ocurrido eventos trágicos? ¿Cuál es la extraña fascinación de los seres hombres ir a sitios con un terrible pasado? Esas y otras preguntas buscan ser respondidas por el Instituto de Estudios sobre Turismo Necrológico que acaba de abrir sus puertas en la Universidad Central de Lancashire, Inglaterra.
Los investigadores –que centrarán su análisis en las personas que visitan estos lugares solo al final de sus viajes- intentarán descubrir cuál es el atractivo que lleva a las personas a usar parte de sus vacaciones para recorrer escenarios de tragedias imborrables, como el campo de concentración de Auschwitz, el lugar de los ataques del 11-S conocido como la Zona Cero de Nueva York, Pompeya o Chernóbil.
“La gente se siente ansiosa antes y durante la visita del lugar y luego mejor. De alguna forma se alegran de que no les haya sucedido a ellos” dijo en declaraciones a la BBC el director del centro, Philip Stone, y añadió que estas visitas son una suerte de peregrinación secular.
Según Stone, el ser humano tiende a eliminar la muerte del dominio público. “Al visitar sitios que comparten escenas fuertemente asociadas con la pérdida de la vida nuestra sociedad vuelve a conectar con la muerte”, manifestó.
Yungay, emblemático caso peruano
En el Perú el caso más emblemático del llamado turismo necrológico es el que se da en Yungay, pueblo enclavado en el Callejón de Huaylas (Áncash) que en 1970 quedó sepultado por un alud que ocasionó la muerte de 20.000 personas.
Lo que hace varias décadas fue Yungay se ha convertido en un atractivo turístico al que anualmente van cientos de personas para recorrer el terreno en el que alguna vez se levantó el pueblo, así como para ver el memorial dedicado a las víctimas y algunos fierros retorcidos, dolorosas cicatrices de una de las tragedias más grandes que ha golpeado al país.
Portal de América - Fuente: elcomercio.pe