Lo mismo pasa con las informaciones o comunicaciones de acontecimientos o actividades profesionales, comerciales, culturales o de entretenimiento.
Muchas veces nos enteramos de ellas muy sobre la fecha o cuando ya han pasado.
Quienes conocen los procesos de tomas de decisión, saben de esto.
Los organizadores de eventos deben saber que si parte de su público objetivo no es residente de la localidad donde éste se desarrolla, la convocatoria requiere una determinada anticipación.
Existe una relación directa entre la distancia entre el lugar del evento y el de residencia del público objetivo y la anticipación de la convocatoria.
A mayor distancia mayor anticipación.
Con los costos de asistir a un evento, sucede algo similar.
Como medio de comunicación, solemos preguntarnos si es nuestra responsabilidad la información de lo que pasa en el turismo, por supuesto que lo es, pero mucho mayor es la de los organizadores.
"Muchos mensajes pasan como un barco negro en la noche", decía David Ogilvy, que agregaba: "el público es como un batallón en marcha y no un cuadro formado",(Cita no textual).
Observemos algunos de los grandes eventos de la industria de los Viajes y el Turismo: FITUR , ITB O WTM, están todo el año en los medios, con publicidad o generando noticias, aunque tradición y prestigio les sobra.
No son pocas las actividades y eventos que costando un gran esfuerzo, no trascienden en la forma que se merecerían.
Es que la comunicación muchas veces, quizás por tener los organizadores, que enfrentar a no pocas dificultades, se deja para lo último.
Finalmente, por esta causa, se desperdician tantos esfuerzos.
Así como los grandes hoteles cuando comienzan su construcción o antes, comienzan con su oficina de ventas, así debería hacer todo emprendimiento turístico.
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