por Sergio Antonio Herrera, desde Montevideo
La reciente elección de la representante de Emiratos Árabes Unidos Shaikha Al Nowais en Segovia, candidata nominada a ser ratificada en la próxima Asamblea General de ONU Turismo, en Riad, como nueva secretaria general de la ex OMT, fue el punto de quiebre de una escalada increíble que durante meses mantuvo en vilo al turismo internacional, en medio de una lucha sin cuartel, del más bajo nivel ético, que mucho daño le hizo a la actividad.
Quizás como una demostración contundente de que el nuevo orden mundial llegó para quedarse, como de la nada, sin que nadie la viese venir y de la noche a la mañana, apareció en escena la joven empresaria emiratí, de apenas 38 años de edad, totalmente desconocida en el mundo occidental.
No se produjo la reelección de Zurab Pololikashvili; hubo un rotundo fracaso de la mexicana Gloria Guevara y el posible tercero en discordia, el griego Harry Theoharis, debió conformarse con un lejano segundo puesto en la recta final.
Todos hemos conjeturado acerca de la causa que determinó el retiro del apoyo del gobierno de Georgia al actual SG; ninguno seguramente acertó la exigua cantidad de votos lograda por quien hizo más lobby, pero sin dudas, todos hemos cambiado de idea respecto a Shaikha Al Nowais, hay un verbo que no se le puede aplicar ni por asomo: subestimar.
¿Y si resulta que tiene buen ojo en base a su experiencia en auditoría interna?
¿Y si resuelve continuar todo lo bueno que se ha hecho hasta ahora?
¿Y si Emiratos Árabes Unidos con su inconmensurable poder económico decide hacer historia desde el sillón más importante de ONU Turismo?
Habrá que esperar y ver de qué forma se dan los acontecimientos pero, optamos por la esperanza y ¿por qué no?, abrir una carta de crédito.