por Sergio Antonio Herrera, desde Salinas, Uruguay - @DelPDA
Punto uno, la realidad argentina
Del mismo modo que estamos indicando desde el PDA una y otra vez, que lo mejor que pueden hacer el destino turístico Uruguay y todos sus actores, es optar por actualizar su mirada al negocio en sí y dentro de esa revisión, entender de una buena vez por todas, que es cosa del pasado considerar al mercado emisor argentino como lo que fue -precisamente-, su principal proveedor de turistas y divisas, decimos ante la coyuntura que, sin ser como Vázquez amigos personales de Fernández, sin olvidarnos que el delfín de CFK pertenece a un partido político que históricamente se ha encargado de ser particularmente hostil con todo lo nuestro, entendemos perfectamente que para un gobernante de un país en crisis como el de los vecinos, primero está comer y después, mucho después pasear.
Punto dos, la realidad del sector
De distinta maneras hemos indicado también desde este espacio, que los actores del turismo uruguayo se acuerdan de Santa Bárbara cuando truena y que -lo agregamos ahora-, nos hacen sentir vergüenza ajena cuando insisten una y otra vez en rogarle -poco menos-, a nuestro gobierno más dádivas, más acciones de amparo, para curar a su negocio de un pico agudo de resultancias de una enfermedad que padecen hace décadas y que jamás, se han ocupado como sería apropiado, de diagnosticarla y someterse a la recuperación terapéutica necesaria. Han dejado que todo transcurriese como se daba y sencillamente, no tienen derecho a pedir nada, sino a ellos mismos.
Tabaré, como la mayoría de sus pares, sigue sin saber lo que es el turismo
Si no escuchamos mal, creemos que hasta la propia ministro Kechichian -cuestionando sin nombrarlo al presidente-, dijo hoy en una emisora que el turismo no es solo recreación -como dice Vázquez-, que es generación de empleo y -agregamos nosotros-, genera riqueza.
Estamos de acuerdo que -teniendo en cuenta la situación imperante-, Vázquez no debería ir a pedirle nada a Fernández, pero no porque se trate de turismo, sino como un gesto de respeto y consideración al grave momento (que por otra parte el actual gobierno argentino no es para nada inocente, más bien todo lo contrario) que vive la Argentina, solamente por eso.
Haciendo esta aclaración, le decimos al señor presidente que durante todos los años que lleva en la gestión pública, vemos que lamentablemente no entendió de qué se trata una de las actividades que podría llegar a ser muy importante para la ecomomía de nuestro país.
Aunque suene raro, en este caso estamos totalmente de acuerdo con la ministro Kechichian, pero agregamos que el turismo es un negocio, que se basa en el ocio, en la recreación, en el disfrute, "en los que vienen a veranear" como dice Tabaré, pero si bien no genera ni por asomo la cantidad de empleo ni de riqueza que se dice oficialmente, es una actividad que puede y debería ser más influyente en nuestra economía.
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